El lago Titicaca vuelve a tener un descenso de su superficie. Esta gran extensión de agua, que forma parte de la vida y economía de una parte de la población puneña, se ha reducido por la alta radiación solar. Para explicar con detalles este fenómeno, La República entrevistó en la ribera del lago al director de Senamhi en esta región, Sixto Flores Flores.
El funcionario comentó que desde el día 14 de abril se ha reducido en 13 centímetros. Pero la situación podría ser peor. "Estamos a 50 centímetros de lo que podría descender a finde de noviembre, diciembre". Recordó que el año pasado ocurrió una situación similar, con un descenso de 79 centímetros, algo que a la población preocupó muchísimo.
El Titicaca está ubicado a más de 3.800 m s. n. m. y, aunque no pierda su condición de lago navegable más alto del mundo, está siendo afectado por el intenso calor generado por el cambio climático. Además, según el experto, este descenso en su superficie también implicará un retroceso en su ribera, que puede ser hasta de un kilómetro.
Flores explicó que el descenso de las lluvias ha afectado al volumen de agua. Si no hay lluvias, los ríos que contribuyen al Titicaca no aportan suficiente líquido. En el argot científico, a esto le llaman cuenca endorreica. Para los habitantes, sin embargo, se traduce en complicaciones económicas.
El puerto de Puno será nuevamente la zona más afectada porque se prevé que las lanchas quedarían encalladas en el lodo como sucedió en el 2023. Algunos ciudadanos también viven del turismo y con estos cambios climáticos podrían tener problemas para sostener la economía de sus hogares.
“Todos los años baja, pero estamos viviendo cambios climatológicos en todo el mundo. Eso significa que el sol es más intenso, al igual que sus impactos”, precisó Flores, con respecto al imponente y emblemático espejo de agua del Perú.
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La seca del lago no es el único problema que afrontan los puneños. El tratamiento de aguas residuales es un desafío que también han sobrellevado, pero ahora hay un proyecto para descontaminar el lago, que ha sido afectado por las diez ciudades que rodean el cuerpo acuático. Esta iniciativa busca mejorar y renovar los sistemas de alcantarillado implicados.
Hania Pérez de Cuéllar, ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, anunció en setiembre del año pasado que se continuaría con el plan para construir una planta de tratamiento de aguas residuales para mejorar la limpieza del lago. Comunicó también que se invirtieron 9 millones de soles para impulsar la purificación del Titicaca.
“Va a haber una nueva convocatoria de todo el proyecto integral, (que incluye) no solamente a Puno, sino también a otras provincias, (para que) se pueda ejecutar de manera articulada”, comentó. De esta manera se busca mejorar los servicios relacionados con el agua potable para la ciudadanía de esa región.