La reciente apertura del tramo Javier Prado de la Línea 2 ha generado una variedad de reacciones entre los residentes, transeúntes y comerciantes de la zona. Mientras algunos celebran la mejora en la movilidad, otros expresan preocupaciones sobre los impactos económicos y la gestión del comercio informal. Esta nota recoge las voces de aquellos que viven y trabajan en el área, proporcionando una visión integral de las consecuencias de esta esperada inauguración.
Carlos Gabriel, un ciudadano que transita cotidianamente la zona, observa una notable disminución en clientela de los comerciantes informales desde la apertura del tramo. “En cuanto a la movilización, claro, hay más movilización, pero en cuanto al negocio, ha bajado bastante. Ha afectado a muchos ambulantes que somos acá comerciantes”, declara. Carlos señala que la cantidad de ambulantes ha disminuido considerablemente, casi un 50%, lo que afecta directamente a los ingresos de muchos. A pesar de estas dificultades, destaca un aspecto positivo: “Me siento feliz y contento por la vía, que ya está libre, más transitable. Creo que es seguro también”.
Ambulantes todavía persisten en diferentes zonas de Javier Prado. Foto: Kevin García/URPI
Para Mariluz Quispe, residente del área, la apertura ha traído un alivio significativo en términos de transporte. “Muchos años hemos estado esperando la apertura, son como más de 5 años creo, que hemos estado con esto y más pasaje gastamos”, comenta. Mariluz subraya que la reducción en el tiempo de viaje y el costo del transporte son beneficios clave. “Hoy llego más rápido a su destino, sí, ahora es más rápido todo. La misma movilidad ha aumentado bastante”, añade, mencionando que su hija, estudiante universitaria, ahora puede llegar a casa más rápido y con menos gastos en transporte. Sin embargo, también señala que la reubicación de ambulantes sigue siendo un desafío: “La Municipalidad siempre los está sacando, pero los ambulantes son tercos, se van para un lado y regresan por todos lados”.
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Óscar Carlos, trabajador del transporte, manifiesta su satisfacción con la apertura del tramo. “Esta ruta está perfecta y además libre, y yo pienso que el tránsito es más fluido, se ha reducido un poco el tráfico”, afirma. Óscar reconoce que antes la situación era un “infierno” debido a la congestión, especialmente cerca del hospital. “Con esta apertura, sí, está más rápido, más fluido. Las pistas están en óptimas condiciones, están señalizadas”, añade, subrayando la importancia de mantener este nivel de mejora en otras áreas problemáticas como México, donde persisten los tramos cerrados y la congestión.
La Javier Prado continúa siendo una de las vías más transitadas del país. Foto: Kevinn García/URPI
Otros ciudadanos, como Luis Sánchez, también han notado cambios positivos, aunque con ciertas reservas. “De tanto tiempo que hemos esperado, está muy bien, está muy bien”, menciona Luis, destacando la mejora en la movilidad. Sin embargo, también indica que la diferencia no es tan significativa como esperaba: “Casi está igual, no se diferencia casi mucho porque casi todos los carros ya transitan por acá por la Carretera Central”. Este comentario refleja una percepción compartida por algunos residentes de que, aunque hay mejoras, aún persisten problemas de tráfico y congestión en ciertos puntos críticos.
En general, la apertura del tramo Javier Prado ha sido recibida con una mezcla de entusiasmo y escepticismo. Los beneficios en términos de seguridad vial y reducción del tiempo de viaje son evidentes, pero los desafíos económicos para los comerciantes informales y la gestión del comercio ambulante continúan siendo temas de preocupación. Los ciudadanos, como Mariluz Quispe y Óscar Carlos, esperan que esta inauguración sea solo el comienzo de una serie de mejoras que aborden integralmente las necesidades de la comunidad. “Ojalá que así lo arreglen por México porque también hay tramos que están cerrados, hay un poco de congestión”, concluye Óscar, reflejando el sentimiento general de optimismo cauteloso entre los residentes y trabajadores de la zona.
Después de casi una década, se reabrió al tráfico tres carriles de la avenida Prolongación Javier Prado, en dirección de sur a norte, incluyendo las vías de acceso hacia la Carretera Central. Este tramo de la avenida estuvo cerrado debido a las obras de la Línea 2 del Metro de Lima y Callao.
La Dirección General de Programas y Proyectos de Transportes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció la reapertura de estas vías, ubicadas a la altura de la cuadra 51 de la avenida Nicolás de Ayllón, cerca de la estación E-26, denominada Prolongación Javier Prado, en el distrito de Ate Vitarte, al este de Lima Metropolitana.