Los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) capturaron a una banda de raqueteros que usaban a un menor de edad para pasar desapercibidos cuando cometían sus fechorías. La intervención inició cuando los delincuentes, que iban en un mototaxi, robaron el celular de un transeúnte, que camina por la avenida El Periodista, en San Juan de Lurigancho.
La víctima no dudó en correr tras ellos. La persecución llamó la atención de algunos agentes de la Dirincri que patrullaba la zona. El seguimiento, que se extendió por varias cuadras de la avenida, resultó en la captura de tres personas.
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Se trata de José Fernando Sopla y dos mujeres, quienes formarían parte de una organización criminal conocida como 'Los Capos de San Juan de Lurigancho'. La Dirincri también señaló que los intervenidos cuentan con antecedentes policiales por hurto y robo agravado. Los tres detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público. En tanto, la víctima pudo recuperar su teléfono celular.
Durante la madrugada del 20 de abril, los agentes del Escuadrón Verde de la Policía Nacional del Perú (PNP) capturaron a tres presuntos miembros de la banda criminal 'Los Sanguinarios del Comité 7'. La intervención tuvo lugar en una residencia situada en Caja de Agua, en el distrito de San Juan de Lurigancho, identificando a los detenidos como Abraham Sánchez Guerra, Andrea Requena Romaní y Armando Guerra León. En la vivienda, la Policía halló dos armas de fuego, drogas y un cráneo humano, lo que sugiere prácticas de culto a la muerte por parte de los delincuentes para propiciar el éxito de sus actividades criminales.
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Según el coronel Walter Palomino, jefe del Escuadrón Verde, los arrestados estarían involucrados en sicariato, usaron rituales que incluían encender velas junto con una calavera para evitar ser capturados. Dos de los detenidos, Armando Guerra y Abraham Sánchez, cuentan con antecedentes penales por robo agravado y homicidio, respectivamente. Además, se observó que uno de los miembros poseía un tatuaje de una calavera y una pistola en el pecho, lo que refuerza la imagen de su dedicación a prácticas macabras relacionadas con sus actividades ilícitas.
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