En todo el territorio nacional, las motocicletas lineales se posicionan como el segundo tipo de vehículo con mayor incidencia en accidentes de tránsito. Durante el 2023, las motocicletas registraron 21.520 siniestros, de acuerdo a la Policía Nacional del Perú (PNP), solo superadas por los automóviles, que alcanzaron la cifra de 43.032 incidentes. En el último año, se reportaron 926 accidentes vehiculares de motos lineales con víctimas mortales.
En Lima Metropolitana, hacia el cierre del 2023, se registraron 96 accidentes fatales que involucran a vehículos menores. De acuerdo a la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito (Divpiat) de la Policía Nacional, la mayor proporción de víctimas mortales correspondió a motociclistas, con un total de 62 fallecimientos.
Una de las principales causas del incremento constante en los accidentes vehiculares de motos lineales —que experimentó un aumento del 48,4% entre 2019 y 2023, según un informe de Ojo Público— radica en aquellos conductores que ofrecen servicios de taxi mediante estos vehículos.
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Hace más de cinco años, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) prohibió este servicio a través de la Ley 27189, denominada Ley de Transporte Público Especial de Pasajeros en Vehículos Menores. En 2019, mediante el Decreto Supremo 035-2019-MTC, se incluyeron algunas precisiones respecto a la restricción de la prestación del servicio de taxi.
Esta normativa estipula que el servicio de transporte especial de taxi debe prestarse exclusivamente en vehículos de la categoría M1, los cuales deben contar con tres o cinco puertas, además de ventanas laterales detrás del área del conductor. Es crucial enfatizar que la Ley de Transporte Público Especial de Pasajeros en Vehículos Menores también admite como aptas a las unidades de tres ruedas, ya sean mototaxis motorizadas o no motorizadas, siempre y cuando estén equipadas con los dispositivos de seguridad requeridos.
Además, la norma exhortó a que los proveedores de servicios de internet bloqueen aquellos aplicativos o páginas web que oferten el servicio de taxi en motos lineales. Hasta mediados del 2023, aplicaciones como Didi o Picap promocionaban este servicio en Lima Metropolitana. No obstante, a la fecha, esta opción se encuentra inhabilitada.
La República ha constatado que, a pesar de las regulaciones existentes, una notable cantidad de conductores de motocicletas lineales persiste en ofrecer servicios de taxi en diversas zonas de Lima. Un área particularmente crítica se ubica en los alrededores de la estación Grau de la Línea 1 del Metro de Lima, entre la av. Sebastián Lorrente y el jirón Lorenzo de Vidaurre. Este lugar se ha convertido en un sitio de congregación para motociclistas que buscan pasajeros entre aquellos que descienden del tren eléctrico y transforman la zona en un improvisado punto de partida para quienes desean una alternativa de transporte hacia el centro de la ciudad.
Una situación similar se replica en las inmediaciones de la estación Cabitos, también perteneciente al Metro de Lima, ubicada en el distrito de Santiago de Surco. En esta zona, se observa que un grupo de motorizados suele estacionarse a lo largo de la av. Aviación para ofrecer el servicio de taxi desde solo S/3. Pese a la prohibición del MTC, algunos ciudadanos optan por utilizar este transporte, sobre todo en hora punta, cuando los buses de transporte público suelen circular totalmente abarrotados de personas.
Brianna Villarte acostumbra a emplear este servicio en las inmediaciones de la estación Cabitos para desplazarse a su trabajo. “No es lo que más prefiera, sino por un tema de rapidez, por el tráfico, para no llegar tarde al trabajo”, remarcó a La República. Menciona que el costo puede fluctuar de acuerdo con la distancia recorrida. “Las veces que lo he tomado, casi siempre ha sido para Miraflores, con un aproximado de 10 a 12 soles”, detalló frente a un letrero de la municipalidad de Surco, en el que se enfatiza la prohibición del servicio de taxi en motos lineales.
Karen Manrique también trabaja en el distrito de Miraflores, justo entre las avenidas Larco con 28 de Julio. La ciudadana indica que “casi todos los días” emplea el servicio de taxi en motos lineales “porque es más rápido”.
“Solamente lo uso en los días cuando hay bastante tráfico o estoy con la hora, porque tengo una cierta hora de ingreso en mi trabajo, opto por tomar este tipo de movilidad”, explicó una joven que se disponía a utilizar el servicio informal. “La tarifa varía dependiendo de la distancia. Un mínimo será 5 soles y máximo 10”, acotó. “Deben tener turnos, porque yo salgo en las mañanas y vuelvo en la noche”, señaló. Otros puntos en los que se acostumbra a ofrecer este tipo de servicios se encuentran a la altura del puente Primavera y en la estación Angamos del Metro de Lima. De igual manera, es posible observarlos en las avenidas Javier Prado, Canadá y en otras áreas de Surco, como La Bolichera.
En san borja. La informalidad y la falta de seguridad caracterizan estos servicios. Foto: Félix Contreras.
Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar, sostiene que el principal responsable de la proliferación de servicio de taxi por parte de motos lineales reside en la deficiencia del transporte urbano. Además, indica que esta situación no es exclusiva de Lima, sino también de otras grandes ciudades del país. “Existe en otras ciudades, como Piura, Cajamarca, Iquitos o Pucallpa”, precisó a La República.
“Es el resultado de la deficiencia del transporte urbano. No solo esas motos, sino los autos colectivos. Mientras no tengamos un servicio de transporte ordenado, integrado, siempre se va a enfrentar a estos servicios de taxi en vehículos de dos ruedas. La población necesita viajar y llegar urgente a su destino. Si no se le ofrece un buen servicio, obviamente va a optar por cualquier servicio irregular”, explicó.
Por ello, pidió que el MTC determine con claridad cuál es la sanción que les corresponde a los motociclistas que ofrecen este servicio. “Es tiempo de que el Ministerio de Transportes, mediante un decreto supremo, sea mucho más explícito respecto a las sanciones que se debe dar a este tipo de servicio ilegal”, señaló.
“No está señalado como una infracción al tránsito. Tampoco existe dentro del reglamento de administración de transporte. Debería precisarse en la norma para sancionar con mayor practicidad este tipo de servicio que pone en peligro la vida de las personas. Lamentablemente, quienes lo usan, probablemente, justifican en su demora, urgencia o cualquier hecho que amerite tomar una moto de dos ruedas para llegar a su destino”.
La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) también es responsable de esta situación, puesto que es la encargada de fiscalizar los vehículos de transporte en la ciudad, dice el experto Quispe Candia. “La fiscalización le corresponde a la ATU. Es la autoridad competente para fiscalizar el transporte. Por tanto, debería perfeccionar sus operativos para erradicar estos servicios y sancionarlos como corresponde. La PNP no puede intervenir en caso de servicio de transporte”, aclaró.
Candia advirtió el peligro de usar las motos lineales como taxi. “El peligro es latente para ambos. El riesgo para el pasajero no solo consiste en que puede sufrir un accidente de tránsito, sino que también podría encontrarse con un delincuente... Aborda una moto de una persona desconocida y, en lugar de su destino, lo lleva a otro lugar”.
De igual manera, reprochó las deficientes políticas del Gobierno respecto a las mejoras en el transporte urbano. “La tarea del Estado es proporcionar a la población, no solo de Lima sino del país, un servicio adecuado de transporte. Somos la única ciudad de Sudamérica que no tiene un servicio integrado de transporte. Lo tiene Chile, Quito, Bolivia. Es una vergüenza para nuestro país que las autoridades no hayan tenido la capacidad de implementar un servicio integrado”, remarcó.
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En la av. Javier Prado, en Surco, la proliferación de motocicletas lineales en busca de usuarios apurados es notoria. Una señal de la informalidad que marca el transporte y el país. 96 accidentes fatales se registraron en Lima al cierre del 2023 con el uso de vehículos menores. De acuerdo a Divpiat, de la PNP, la mayor cantidad de víctimas fueron motociclistas.