En Lima, persiste el mito de que las lloviznas y los fuertes vientos son presagios de un inminente sismo. Esta creencia popular ha perdurado a lo largo del tiempo, alimentada por la incertidumbre y el misterio que rodea a los fenómenos naturales. Aunque no existe evidencia científica que respalde esta idea, muchos limeños hasta el día de hoy realmente creen que estos factores son señales de alerta ante posibles desastres. Es por ello que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) se pronunció y aclaró este tema.
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En un video publicado a través del Twitter oficial del Senamhi, el ingeniero Nelson Quispe fue el encargado de responder si existe una relación entre los fenómenos meteorológicos y los movimientos telúricos, pues, según la creencia popular, los vientos fuertes y las lluvias son indicadores de posibles sismos.
"Mucha gente comenta que, previo a un movimiento telúrico, se dice que las condiciones atmosféricas cambian, son muchas más difíciles, o hay precipitaciones o hay condiciones adversas. Sin embargo, eso simplemente son comentarios de la población. Científicamente, esto no está comprobado, por lo tanto, no explica las situaciones telúricas con las condiciones atmosféricas, así que no tienen ninguna asociación este tipo de eventos. Podríamos decir que no tiene nada que ver un fenómeno con otro", comentó.
Otro mito que también se escucha bastante entre la población es que, cuando ocurre un sismo, después sucede un cambio de clima o también vientos fuertes, lluvias e incluso tormentas.
El Senamhi es el organismo encargado de proporcionar información meteorológica y climatológica en el Perú. Foto: Senamhi
"Al igual que, previo a un sismo, la gente comenta sobre las condiciones atmosféricas, posterior a un evento telúrico la población comenta que esto es un presagio al cambio de las condiciones meteorológicas. Sin embargo, en esto también no existe ninguna relación entre un movimiento telúrico y los cambios atmosféricos que puede haber. Descartamos este tipo de asociación que se comenta popularmente entre la población", agregó el experto.
El jueves 15 de febrero, las 3:53 p. m., se produjo un sismo de magnitud 5.4 a una distancia de 36 kilómetros al oeste de Huaral, en Lima. Informes del Instituto Geofísico del Perú (IGP) indican que el temblor tuvo una profundidad de 57 kilómetros y fue percibido en diversas áreas de la ciudad.
El sismo provocó temor en cientos de personas, quienes evacuaron sus hogares y lugares de trabajo. Además, desencadenó deslizamientos de rocas en Ate y en el serpentín de Pasamayo, lo que provocó congestión vehicular. Por otro lado, las autoridades de la Marina de Guerra del Perú anunciaron que estarán en constante vigilancia del litoral peruano debido a la posibilidad de tsunamis.