Esta semana, el Ministerio de Salud (Minsa) catalogó como no saludable a la playa artificial de San Juan de Lurigancho, ubicada en el complejo del club metropolitano Huiracocha. Ante esta situación, las autoridades municipales decidieron cerrar temporalmente el centro recreativo para someterlo a un proceso de mantenimiento. Sin embargo, esto no fue del agrado de algunos vecinos.
En conversación con La República, los ciudadanos indicaron que acudieron al complejo junto a sus hijos. No obstante, en la puerta se enteraron de la suspensión de la piscina, la cual se podría prolongar por varios días. Por ello, exigieron una mejor comunicación por parte del parque zonal, el cual es administrado por Serpar y la Municipalidad Metropolitana de Lima.
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Una vecina acudió al club metropolitano Huiracocha junto a su pequeña hija. Sin embargo, al llegar descubrió que no se podía ingresar a la playa artificial. "Recién me entero de que está cerrada por mantenimiento. Aquí tiene que ver lo que manda la Ley. No podemos arriesgar a nuestros hijos, son niños. Tenemos que ver ese tema y el alcalde como si nada", expresó a La República.
"Supuestamente el alcalde ha dicho que todo está en regla. A todos los niños que emocionan, ¿cómo hacemos?", comentó otra mujer, quien también acudió al lugar con sus hijos. "Es la tercera vez que vengo y no hay piscinas. Los niños, sobre todo, no entienden que no hay. Eso nos perjudica", acotó.
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Priscila, una madre de familia proveniente del distrito de Magdalena, llegó a San Juan de Lurigancho para visitar la playa artificial por primera vez. Sin embargo, tuvo que regresar a su hogar pocos minutos después. "Si es por una mejora y por la salud de las personas, está bien. Lo principal es la salud de los que viven en el distrito", señaló.
La playa artificial de San Juan de Lurigancho ha sido declarada no saludable hasta en dos ocasiones por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) del Ministerio de Salud (Minsa) debido a que no cumplió con los parámetros mínimos de calidad requeridos: calidad microbiológica del agua, equipamiento, ordenamiento documentario y calidad de limpieza. Las inspecciones fueron realizadas el 20 de enero y el 2 de febrero del presente año.
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Esta calificación sorprendió a las autoridades ediles, quienes se mostraron totalmente en contra. Incluso, siguieron promoviendo la visita a este complejo. En la actualidad, buscan una mesa de diálogo con el Minsa. Esto con el objetivo de cumplir con los requerimientos de salubridad.