La Corte Superior de Justicia del Callao ha determinado una medida en el caso del presunto parricidio cometido por Jossimar Quea Quea. La investigación reveló que el cuerpo de su padre, Sabino Quea Callo, de 64 años, desaparecido el 27 de diciembre del 2023 en el Callao, fue hallado enterrado en un descampado cercano al río Chillón, en Carabayllo, tras intensas búsquedas que involucraron a las autoridades y familiares.
Según informes de Poder Judicial, Jossimar Quea Quea confesó el crimen después de días de incertidumbre y proporcionó la ubicación exacta del cadáver. El asesinato, según allegados, podría tener un móvil relacionado con la disputa de una herencia que el hijo habría exigido a su padre de manera adelantada.
Las pesquisas policiales detallan que Josimar Sabino, de 36 años, solicitó a un vigilante que enterrara una bolsa que contenía el cuerpo de su padre en una fosa de casi un metro de altura en la zona de Pedregal del Valle Chillón. Sorprendentemente, el agente siguió las instrucciones sin conocer la naturaleza del contenido.
A pesar de las acusaciones de complicidad provenientes de los familiares del comerciante, la esposa de Sabino Quea Callo estuvo presente en el velorio del fallecido, cuyo verdugo habría sido su propio hijo. La situación se complica aún más con la acusación de los familiares de que el móvil del crimen podría estar relacionado con la disputa por una herencia, un conflicto que presuntamente Jossimar habría adelantado.
La búsqueda del comerciante se intensificó luego de interrogar a los familiares directos, su esposa Marciana y su hijo Jossimar. Durante la conversación, uno de ellos confesó el lugar donde habían sido escondidos los restos del sexagenario, desencadenando la trágica verdad detrás de esta historia familiar.