Con la llegada del Año Nuevo y el verano en pleno apogeo, las playas de Lima se han convertido en el destino predilecto para miles de peruanos en busca de alivio frente al aumento de las temperaturas. Sin embargo, la masiva afluencia de bañistas ha generado preocupación entre los alcaldes de Miraflores, Barranco y Chorrillos, quienes se encuentran evaluando medidas para controlar el aforo y garantizar la seguridad de los veraneantes.
El alcalde de Chorrillos, Fernando Velasco, expresó para 'TV Perú noticias' su inquietud por la enorme cantidad de personas que visitaron la playa Agua Dulce el 1 de enero de 2024. La multitud alcanzó un récord de más de 50.000 visitantes en solo 2 horas. Ante esta situación, anunció su intención de reunirse con las gerencias municipales de Fiscalización y Salud para evaluar la implementación de un aforo máximo en dicha playa.
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En Barranco, la alcaldesa Jessica Vargas se mostró a favor de la idea, destacando la tranquilidad de las playas de su distrito y la necesidad de evitar aglomeraciones, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19. Subrayó para Latina la implementación de la ordenanza 130, que prohíbe la presencia de comerciantes en las playas, y resaltó las acciones de su plan 'Verano seguro', incluyendo una cuadrilla de limpieza y la colocación de cercas de bambú para controlar el acceso.
Además, como parte de su plan 'Verano seguro', explicó que se intensificaron las medidas de limpieza, instalando más de 200 contenedores a lo largo de las playas y cercando áreas para controlar el ingreso y evitar actividades no permitidas.
Así lució la playa Agua Dulce en Año Nuevo. Familias se olvidaron de la COVID-19. Foto: Antonio Melgarejo/La República
En contraste, el alcalde de Miraflores, Carlos Canales, descartó la implementación de un control de aforo en las ocho playas de su distrito. Argumentó que las características de las playas miraflorinas, con oleajes y necesidad de habilidades de natación, limitan la afluencia masiva de bañistas, diferenciándolas de las playas de Chorrillos y Barranco.
“En el caso de Miraflores, nuestras playas tienen características distintas, pues hay oleajes. En el caso de Chorrillos, sus playas son una taza de agua, no hay olas; mientras que en Miraflores sí tienes que saber nadar para poder ingresar al mar; por lo tanto, no hay una enorme afluencia de público”, explicó para Canal N.