Las costosas unidades móviles de rayos X antidrogas, adquiridas por la Policía Nacional del Perú (PNP) por más de 35 millones de soles y presentadas como herramientas clave en la lucha contra el tráfico de drogas, yacen hoy en día abandonadas y corroídas por el óxido, en distintos puntos del país. A pesar de la millonaria inversión, estas unidades, conocidas como 'Backscatter', destinadas a la detección rápida de drogas e insumos ilegales, no han sido utilizadas como estaba previsto.
Reportaje de 'Panorama' revela la triste realidad de estas adquisiciones, mostrando su deterioro y abandono, mientras el país figura entre los principales productores de cocaína del mundo. Aunque se señala la falta de mantenimiento como un factor crucial en su inoperatividad, la responsabilidad entre las autoridades y la Policía Nacional se diluye en excusas y deja una pérdida millonaria para los contribuyentes peruanos.
PUEDES VER: Protesta en Barrio Chino: 1.500 agentes PNP llegan a la zona por enfrentamientos en Panamericana Sur
Dentro de estas camionetas aún se conservan cuadernos de años anteriores de la División Antidrogas de la Policía Nacional, junto con cables enredados y monitores que ya no pueden encenderse. En total, hay 12 vehículos Backscatter de rayos X antidrogas, que en su época representaban la mejor tecnología. Estos vehículos se encuentran prácticamente abandonados en cuatro puntos diferentes del país: ocho en Pucusana, dos en Ancón, uno en Chanchamayo y otro en Ayacucho.
De las 12 unidades, 2 fueron donadas por el Gobierno de Estados Unidos. Tras evaluar el producto, el Estado peruano utilizó los impuestos de sus ciudadanos para adquirir 10 unidades más, con un costo cercano a los 10 millones de dólares. Dada la tecnología que poseen estas camionetas, su valor es equiparable al de un automóvil de lujo o de colección europeo. La inversión fue tan celebrada que la compra de las primeras tres Backscatter incluso fue anunciada en una ceremonia de alto perfil por el entonces ministro del Interior Wilfredo Pedraza.
El general José Ludeña, Jefe de la Dirandro, explica que estas máquinas requerían mantenimiento periódico, el cual no se llevó a cabo debido a su elevado costo. El mantenimiento de un solo vehículo supera medio millón de soles; reparar uno en este momento costaría más de 500.000 soles. Extender la garantía por un año para darle mantenimiento al equipo significarían otros 500.000 soles.
El exministro, Wilfredo Pedraza responsabiliza a la PNP. Foto: 'Panorama'
Ludeña lamenta que esta situación podría haberse evitado si, al momento de la compra, se hubiera incluido en el contrato el servicio de mantenimiento. Compara la situación con adquirir un vehículo y destaca la necesidad de asignar una partida para su mantenimiento cada cierto tiempo. A pesar de entender que se debían tomar medidas para ello, señala que no se destinó partida alguna. Se compraron, se exhibieron y luego se olvidaron.
Wilfredo Pedraza, exministro del Interior, respondió a la pregunta sobre su posible responsabilidad en la situación actual de las unidades de la siguiente manera: "No, porque las compras de bienes están sujetos al marco de presupuesto, incluir mantenimiento demanda un presupuesto adicional cuyo monto es normalmente impredecible, como ocurre con los patrulleros. La unidad usuaria es la Policía y, consecuentemente, es la Policía la encargada del mantenimiento, uso adecuado y cuidado de cualquier bien adquirido para esos fines."