Tiempo atrás, la reconocida soprano Edith Ramos Guerra salió al frente para respaldar a las víctimas de las protestas sociales en Puno. A su modo, con su hermosa voz y una sentida canción que conmovió a toda su región, no dejó pasar el momento ni pudo ser indiferente ante el dolor de sus coterráneos. “Que cante el pueblo su dolor. Deja que lloren a sus muertos. Deja que griten su indignación. Qué buscas con acallarlo. Qué buscas con desangrarlo. Qué buscas con desunirlo. Amapuni wawanchista qunqasunchu, llapallanchismi sayarisun (Nunca olvidemos a nuestros hijos que murieron, juntos siempre nos levantaremos)”, dice la letra de la composición.
Se trata de una talentosa mujer quechua, cantante de música tradicional. Esta vez, en una entrevista para La República se encargó de hacer notar el amor y orgullo que siente por la región del altiplano.
—¿Cuándo comenzaste a cantar? ¿Tienes familia que se dedique a la música?
—Empecé desde pequeña con mi familia. Cantaba con muchos niños en Ayaviri. Además, en la escuela siempre participaba en actividades. Pero creo que también se trata de cultura, en Puno todos tenemos relación con la música, con la danza. Y sí tengo familia que se dedicaba a la música, mis bisabuelas, abuelo, madre y hermana.
—¿Siempre te has dedicado a cantar música andina?
—Sí, siempre. Mi mamá era melómana y escuchaba todo tipo de música, pero sobre todo andina, música del sur de Perú, algunas del folclore de Latinoamérica, y era fanática de las radios, siempre estábamos colocando bien la antena para poder escuchar. Nos gustaba mucho la música de los pueblos y no he tenido mucho acercamiento con la música moderna. Por eso mi decisión de hacer música tradicional.
Edith Ramos es una talentosa soprano de la región Puno. Foto: Difusión
—¿En qué o en quién te inspiras para componer?
—En las vivencias. Siempre me he considerado una runita, de tal manera que me gusta crear desde mi espacio. No me falta el mensaje del pueblo. Y mis composiciones no son para una soprano, sino para que cualquier persona las pueda cantar. El peso académico que puedo tener es solo una herramienta.
—¿Algún artista que admires?
—Todos los músicos de las comunidades campesinas, músicos tradicionales y también académicos.
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—¿Disfrutas interpretar alguna canción en particular?
—No tengo preferencia por una canción, pero no me gusta interpretar canciones muy conocidas, las canto con incomodidad.
—¿Qué es lo más especial que tiene la música andina?
—Su belleza y originalidad. Su razón de ser, aunque el término música andina es muy amplio. A mí me gusta más la música tradicional.
—¿Cómo crees que has logrado sobresalir tanto si tu música no es comercial?
—No creo que sobresalí, tampoco buco sobresalir. Soy una runita cantando.
—Lo último que se supo de ti fue la canción que compusiste para las víctimas de las protestas en Puno. ¿Qué te motivo?
—La canción fue compuesta para sikuris, yo lo pensé en voz de varones sikuris. No era para mi voz. Yo hice tanto la letra como la música. El día que la canté en la misa de los fallecidos, estaba ayudando a realizar el documental. Yo les pedí a los documentalistas que vengan a Juliaca porque ahí era el epicentro de todo, vinieron. Y como también la mayoría de los asesinados fueron quechuas, entonces me dijeron que cante. Además, en Puno no hay ninguna canción sobre protestas sociales, salvo una, creo.
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—¿Qué opinión tienes sobre las protestas que se desataron al sur del país y que acabaron con la muerte de muchos peruanos?
—En las letras de la canción está lo que pienso. Obviamente que las apoyo, ¿por qué tendría que estar en contra? No está bien que maten a mi hermano y que yo diga: "No llores, trabaja". El ser humano no vive para trabajar, trabaja para vivir dignamente. Dignamente. A nosotros nos tratan con paternalismo, seas indígena o quechua. Todos tenemos derecho a llorar nuestro dolor y a pedir justicia.
No podemos ser indiferentes. Nos debe doler la contaminación, los niños muertos en Palestina. Sé que no vamos a resolver todos los problemas del mundo, pero no podemos ser indiferentes. No puedo solo pensar en mí o en mi familia cuando mi país se hunde. ¿Acaso eso no va a repercutir en mis hijos?
Además, parece que nunca nos van a tratar igual, existe el racismo. ¿Por qué van a venir con balas de guerra a Juliaca o con tanto odio? Hay una deshumanización muy grande. Si no busco el bienestar de la mayoría, ¿qué noción de justicia voy a tener o qué construcción de sociedad? Solo habrá unos seres individuales.
—¿Qué propones para que todos los puneños puedan avanzar pese a todo lo vivido?
—No podría. Creo que solo se trata del compromiso con la vida misma. Pero no me voy a morir trabajando sin levantar la cabeza, y sobre todo viendo que mi hermano ha muerto asesinado. Siempre he soñado que Puno sea otro país. Tenemos los recursos necesarios para sobresalir.
—¿Qué es lo que más admiras de tus coterráneos?
—Yo admiro más a las personas del campo, porque son milenarios, tiene organizaciones milenarias. Son gente que se hace de la realidad, que se educa de la vida misma. Ahora ya no tienen los prejuicios que tenían antes, por ejemplo, que la ciudad era mejor, que ya no deben hablar quechua. Hay nuevas generaciones que ya no tienen esos prejuicios.
—¿Dónde podemos ver tu trabajo?
—Mediante Facebook. Y el contacto puede ser a través del correo ramosedithguerra@gmail.com.