Como lo advirtió el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), el déficit hídrico afectará más a las regiones de Puno y Cusco. Esta crisis se empieza a sentir porque las fuentes de agua para el uso poblacional se están secando. En Juliaca, el río Coata es la única fuente oficial de captación de agua para que la Empresa Prestadora de Servicios (EPS) Seda Juliaca.
Sin embargo, su bajo caudal genera preocupación para garantizar su uso en los hogares juliaqueños. Según el director del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Puno, Sixto Flores Sancho, el caudal de los ríos de la región se encuentran, aproximadamente, en 50% debajo de su nivel normal.
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A la altura del puente Independencia, se ha colocado un medidor en el que se evidencia que el caudal Coata se encuentra a 30 centímetros de profundidad. Rocío Gómez Paredes, gerente de Seda Juliaca, explicó que cuando se tuvo bajo caudal del río Coata, han garantizado el recurso a través de un operador hidráulico administrado por el Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca, de la represa Lagunillas.
Sin embargo, esta es empleada también para el uso agrícola y de acuicultura. Entre otras acciones, dijo que prevén la racionalización del recurso a través de la sectorización, distribución en cisternas donde no se tiene el servicio, rehabilitación de pozos garantizando la calidad del agua, mejora de la planta de tratamiento y equipos. Actualmente, la planta de tratamiento produce en promedio 450 litros de agua por segundo, con la que se atiende a aproximadamente 60 mil usuarios de 25 barrios. Con el Proyecto Integral de Agua y Alcantarillado (PIAA), se prevé atender a más de 150 mil usuarios. Como segunda opción para la planta de captación está el río Cabanillas que es afluente de Lagunillas.
Mientras que en Cusco, la laguna Piuray, ubicada en el distrito de Chinchero (Urubamba), es fuente hídrica que abastece de agua potable al 40 % de la población de la ciudad de Cusco y se encuentra en peligro por la falta de lluvias. Pobladores de las comunidades aledañas advirtieron que se está secando y piden que la empresa SedaCusco garantice la preservación del líquido elemento. Dirigentes sostienen que, de acuerdo a los pactos con la empresa, una vez que el nivel de agua llegue a la bocatoma, automáticamente se tiene que cerrar el servicio de agua potable para la ciudad.
"El nivel del agua prácticamente ya llegó a su tope, de acuerdo al convenio con la empresa y la municipalidad (Cusco), cuando llegue al tubo de distribución se deja de bombear agua", dijo el presidente de la comunidad de Piuray, Leonardo Levita. Se calcula que en unas semanas el nivel de agua permitido para abastecer a la población ya no será el adecuado. "Solo falta 70 centímetros aproximadamente para que ya no se pueda usar", agregó el dirigente.