“Fue un hecho extremadamente violento, quizá uno de los peores en los que me ha tocado intervenir”, dijo las doctora Evelyn Rojas Díaz tras certificar el deceso de una mujer de 50 años que fue atacada por un adolescente de 17 años que intentó abusar sexualmente de ella. Su nieta, de 4 años, también fue gravemente herida por el feminicida que las atacó en una vivienda de Comas, de la cual él era vecino.
Personal de la comisaría de Túpac Amaru capturó en flagrancia a D. E. B. G. cuando trataba de escapar. “Las mataron”, fue lo primero que dijo a los policías, pero todos los indicios lo señalaban a él como el autor.
El informe del médico legista describe la violencia de los ataques. Los peritos determinaron que Pelly Jackeline Terrones Zárate (50) recibió 20 puñaladas en distintas partes del cuerpo mientras que su nieta I. A. T. (4) presenta dos lesiones graves en la parte lateral del tórax.
Sus vecinos, desesperados, las trasladaron a la Clínica del Norte, pero Pelly no resistió y murió a causa de un paro cardiorrespiratorio. Su cuerpo tenía heridas de defensa. La niña, que se cree vio el ataque sufrido por su abuela, permanece en observación.
En ambos casos, sostienen los investigadores, el feminicida usó un cuchillo de cocina de 20 centímetros con mango de madera, el cual fue encontrado por Alina Odar Camizán (46), familiar de las víctimas.
Este crimen ocurrió en un dormitorio del segundo piso de una vivienda ubicada en la calle Venezuela, en la urbanización Huaquillay, Comas. El adolescente fue puesto a disposición de la Cuarta Fiscalía de Familia de Lima Norte a cargo de la fiscal Grimaneza Ganoza Dávila, quien ordenó que las investigaciones fueran asumidas por el Departamento de Investigación criminal de Comas.
Los seres humanos nacemos y crecemos con el principio de vida que implica el respeto a la vida, de uno y del otro. Sin embargo, hay psicópatas que, en búsqueda de su satisfacción personal, matan, y para hacerlo son fríos y calculadores, señala el médico psiquiatra Carlos Bromley. Carecen de empatía, actúan con crueldad y no se adaptan a entornos sociales con normas como las leyes, los derechos individuales o el bienestar colectivo, añade.