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Sociedad

TC ordena ejecutar la demolición de construcción de hotel sobre andenes incas en Cusco

El órgano supremo de interpretación y control de la constitucionalidad determinó que se trata de cosa juzgada y la sentencia judicial del año 2019, que dispuso la demolición de la construcción del hotel Sheraton y la restitución de los andenes incas, se tiene que cumplir.

larepublica.pe
La empresa hotelera tendría que asumir el costo económico de la demolición. Foto: difusión

El Tribunal Constitucional (TC) ordenó al Quinto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que ejecute la demolición de los nueve pisos y dos sótanos del hotel Sheraton, dispuesta en resolución del 13 de setiembre del 2019. También ordenó al Quinto Juzgado Civil disponer la realización de un nuevo informe técnico para concretar las acciones de restauración integral de los muros arqueológicos incas afectados.

Ante el fallo del TC, la Comisión de Juristas contra la Corrupción y por la Defensa Social, que ha asumido la defensa del patrimonio cultural, procedió a solicitar una reunión con la Dirección Desconcentrada de Cultura y con la Municipalidad de Cusco para tratar en buena forma que cumplan la sentencia y no sigan resistiéndose a los mandatos del Poder Judicial.

“Esta construcción queda a dos cuadras de la plaza de Armas de Cusco, en la calle Saphy, palabra quechua que significa 'raíz', para nosotros raíz de nuestra civilización. Allí había cinco filas de andenería inca bastante extensa que son parte de las bases del Sacsayhuamán. Hemos denunciado estos hechos desde el 2014, cuando recién se hacían las excavaciones y recién se estaba trasladando la tierra hasta un sector de Sacsayhuamán que se llama Llaullipata. Las excavaciones eran tan profundas que afectaron el muro de contención del río Saphy que está debajo de la calle del mismo nombre, la misma que se desmoronó”, relató la abogada T’ika Luizar Obregón, integrante de la Comisión de Juristas contra la Corrupción y por la Defensa Social.

La edificación está ubicada en la calle Saphy, en la plaza de Armas de Cusco. Foto: difusión

Dijo que ninguna institución, ni la fiscalía, intervino oportunamente. Así pasaron los años hasta que en el 2016 empezaron la edificación del hotel y entonces presentaron nuevas denuncias, además una acción de amparo como Comisión de Juristas junto a Heraclio Cereceda Vergara.

“Desde esos años hemos participado en forma conjunta con la ciudadanía que se levantó. Hubo paros muy fuertes, movilizaciones y vigilias. Pero, ha habido una red de corrupción que impedía alcanzar justicia”, lamentó T’ika Luizar.

Mencionó que además de este proceso constitucional, en este momento existen procesos penales por el traslado de la tierra, que configura delito de alteración del paisaje arqueológico del Sacsayhuamán. Por la edificación en sí, que es un atentado al patrimonio cultural y por crimen organizado.

“Lamentablemente, la fiscalía avanza lento y los que asumen la defensa del Estado, los procuradores, también actúan con demasiada lentitud. Igual en el Poder Judicial. Pareciera que todos están interesados en seguir demorando”, cuestionó.

T’ika Luizar señaló la normativa que dice que las casas en los alrededores de la plaza de Armas del Cusco solo pueden tener dos pisos sobre el suelo y no puede haber excavaciones ni sótanos. Pero en este caso han excavado hasta por debajo del río y hay dos sótanos afectando el muro de contención del río Saphy. Asimismo, por encima del suelo hay un total de 9 pisos construidos.

Refirió que están convocando a los cusqueños y a toda la comunidad nacional e internacional sensibilizados con este caso para que se sumen a una jornada en defensa de este patrimonio y puedan hacer una bolsa común destinada a desmontar pronto esta construcción. Asimismo, asegurar la restitución de los andenes incas destruidos.

“La empresa hotelera tendrá que asumir, conforme a ley, el costo económico de la demolición, pero no vamos a esperar otros 10 años más para que se derribe esta edificación y se restituyan los andenes incas”, sostuvo la abogada T’ika Luizar Obregón.