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Sociedad

Cultivos de coca se incrementaron un 18% en Perú entre 2021 y 2022, según Devida

Lucha antidrogas. Devida manifestó que el Estado peruano está trabajando para ser un aliado mundial con el objetivo de erradicar el narcotráfico.

Devida asegura que seguirá trabajando para combatir el narcotráfico en el Perú. Foto y Video: María Pía Ponce/La República

La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) informó que los cultivos de hoja de coca en el 2022 tuvieron un crecimiento de 18%, respecto a las cifras de 2021. Además, la superficie cultivada con arbusto de hoja de coca en producción en Perú ha superado las 95.000 hectáreas, números más altos que hace dos años.

Carlos Figueroa, presidente ejecutivo de Devida, expuso que el Valle de los Ríos Ene y Mantaro (Vraem) sigue siendo el territorio con mayor crecimiento de plantación de hoja de coca y que controlar su aumento será importante para la lucha contra el narcotráfico.

"Tenemos diferentes zonas cocaleras, pero necesitamos acciones principales para ayudar en la reducción del narcotráfico en selva baja, territorios indígenas, concesiones forestales, zonas de amortiguamiento y otras zonas tradicionales de producción de coca para ir transitando de una condición de vulnerabilidad al tráfico ilícito de drogas a una condición de desarrollo (que genere) rentabilidad socioeconómica", dijo el funcionario.

Figueroa manifestó ante la prensa extranjera parte del trabajo que Devida viene realizando en contra del narcotráfico. Así, detalló que, para conseguir información multisectorial de la hoja de coca, se ha implementado un sistema de alertas tempranas en cooperación con el Proyecto Especial CORAH, Agencia Espacial del Perú (Conida), Ministerio de Cultura, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Estado (Sernanp), entre otros; así como el acompañamiento de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

Finalmente, el presidente ejecutivo de Devida remarcó que la comunidad internacional puede confiar en que el Estado peruano es un firme aliado en la lucha contra las drogas, siempre y cuando se respete los derechos humanos y los tratados internacionales.