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Sociedad

Pachacamac: niño queda grave tras ser atropellado por patrullero de la PNP y su madre pide ayuda

La mamá del menor afectado señaló que los agentes policiales se estarían desentendiendo del accidente y el SOAT del vehículo no cubre, hasta ahora, los gastos médicos del agraviado.

Madre del menor agraviado asegura que los policías que causaron el accidente fueron los mismos que redactaron el acta policial sobre el hecho. Foto y video: Vanessa Sandoval/La República

Pachacamac. Hermelinda Geri Ccope (29) es una madre de familia que se encuentra desesperada luego de que un patrullero de la Policía Nacional del Perú (PNP) atropellara a su menor hijo de 8 años y le causara una grave fractura en la mandíbula. La señora indicó a La República que, hasta el momento, está cubriendo los gastos médicos porque los agentes policiales involucrados se estarían desentendiendo de las consecuencias del accidente.

El agraviado se encuentra internado en el hospital Edgardo Rebagliati, donde es atendido del duro golpe que recibió en la parte maxilar de su boca, el mismo que le habría provocado la pérdida de al menos cinco dientes. Sin embargo, Geri Ccope está solicitando apoyo a diferentes instituciones para que el pequeño Liam siga su tratamiento, ya que ella no puede trabajar por estar pendiente de la salud del menor.

"No puedo salir de aquí (del hospital) porque mi hijo está asustado. Yo lo estoy limpiando porque está botando sangre. Psicológicamente, mi hijo está mal. No quieren que lo dejen solo. Pido ayuda al Ministerio de la Mujer y al Ministerio del Interior. Soy madre soltera y no tengo quien me apoye. Que los policías se hagan cargo porque él es un niño y no tiene la culpa", dijo la madre de familia.

La mamá del agraviado añadió que los efectivos policiales Yovani Lupu Boggio (25) y su acompañante solo trasladaron a Liam desde el lugar donde ocurrió el accidente, Manchay, a un centro de salud en La Molina, el último 10 de junio cuando sucedieron los hechos.

Después de ello, fueron a redactar el acta policial donde se precisa que el patrullero viajaba a 30 kilómetros por hora y que ambos policías pasaron el dosaje etílico; no obstante, la madre rechaza esa versión porque explica que el vehículo iba a mayor velocidad y que nadie vio los exámenes médicos que pasaron los agentes de la PNP.