Empleados de Ripley denuncian que sufrieron lesiones durante sus jornadas laborales y que la empresa redujo sus sueldos de forma unilateral, a pesar de haber celebrado convenios con ellos. Según sus testimonios, las dolencias habrían sido causadas por usar de forma reiterada un 'saca piocha', una herramienta que sirve para retirar los dispositivos de seguridad de las prendas que vende la tienda.
Por otro lado, afirman que hubo irregularidades durante la inspección que realizó la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil). Por ello, solicitan una indemnización a la compañía y que Sunafil reglamente sus procedimientos para investigar adecuadamente los daños a la salud durante el trabajo.
En el 2016, Sunafil determinó que Ripley no contaba con registros médicos ocupacionales desde el 2013 y que tampoco implementó controles de protección de seguridad y salud en el trabajo respecto al uso del 'saca piochas'. Cabe indicar que la empresa, debido a una política de cambio de tecnología, dejó de usar la herramienta.
Sin embargo, había trabajadores a los que ya se les había diagnosticado síndrome del hombro doloroso, tendinitis en la muñeca y tendinosis en las manos y en el manguito rotador del hombro. Ellos aseguran que todavía sienten dolor.
"(Ellos) ya están afectados de por vida. Los médicos dicen que eso no se puede curar, se puede atender, pero no revertir. Han aplicado todo tipo de terapias para mejorarse, pero no han podido", dijo a La República Hugo Visosa, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Grupo Ripley (Sutragrisa).
Foto: La República
Luego, la compañía, a través de convenios individuales, indicó la reubicación de los empleados debido a que sus lesiones les impedían desempeñarse como cajeros, asistente de ventas, de probador y vendedores. En estos acuerdos también se estipulaba que iban a recibir un sueldo básico y un promedio de las comisiones que percibían por cada venta.
No obstante, los denunciantes explican que Ripley dejó sin efecto estos pactos de forma unilateral, a pesar de que los afectados aún no tenían alta médica. De esta manera, afirman, solo podían ganar un sueldo básico.
"En esa desesperación, algunos se fueron. Muchos de los trabajadores que están afectados tienen que usar muñequeras y algunos aparatos para aguantar el dolor, resistir en las cajas para poder comisionar, quedarse hasta fin de mes y recibir un sueldo. De no hacerlo, recibirían el básico y muchos no pueden subsistir", mencionó.
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Hugo Visosa comentó que solicitaron a Sunafil una investigación sobre la reducción de sueldos y sobre daños a la salud para detectar las causas de las lesiones. Luego de realizar reclamos por vía telefónica y correo electrónico por la demora en una respuesta, solo les confirmaron la inspección correspondiente a la primera problemática.
Después de que los empleados denunciaran su disconformidad por este proceso a la Defensoría del Pueblo, Sunafil aseveró que generaron cuatro órdenes de inspección sobre la reducción de sueldos, aunque ellos afirman que nunca fueron notificados.
Los denunciantes deciden difundir en los medios de comunicación su malestar, por lo que la entidad los convoca a una reunión donde reconocen que no se debió omitir la investigación de las enfermedades, y que se iba a atender esa solicitud.
De acuerdo al secretario general de Sutragrisa, Sunafil no cumplió con realizar las pesquisas que pidieron sobre daños a la salud, en su lugar, la institución realizó una inspección de incumplimiento de obligaciones que no fue solicitada por ellos. Aseguran que no se analizaron los informes médicos ni se analizó la relación entre los 'saca piochas' y las dolencias.
Tampoco se habría solicitado el apoyo técnico del Ministerio de Salud o de peritos especializados, tal como establece el artículo 96 del reglamento de la Ley para la Seguridad a y Salud en el Trabajo.
Actualmente, los empleados siguen solicitando que la entidad cuente con peritos especializados que ayuden a determinar las causas de sus lesiones, ya que aseguran tener documentos médicos que comprueban su origen en los ejercicios repetitivos que realizaban durante las jornadas.
En comunicación con La República, Ripley aseguró que, a la fecha, "no hemos recibido demandas vinculadas a daños y/o perjuicios derivados del uso del desacoplador de piochas de ninguno de los colaboradores en mención".
"Para Ripley es fundamental la salud y la seguridad de nuestros más de 5 mil colaboradores. Durante la pandemia hemos apoyado con préstamos de emergencia, entrega de balones de oxígeno para casos críticos, atención médica a domicilio, pruebas covid gratuitas, subvenciones por hospitalización, apoyo psicológico y campañas de vacunación gratuitas. Adicionalmente, proporcionamos permisos para atenciones de salud, reubicaciones temporales y monitoreo por nuestros médicos de los casos de salud reportados", expresó la empresa.
"Respecto al desacoplador manual de las piochas, dicha herramienta fue sustituida en toda nuestra red de tiendas por un nuevo sistema hace más de 5 años. Las últimas inspecciones realizadas por Sunafil sobre la materia no han generado multas ni recomendaciones sobre el uso del actual desacoplador de piochas", puntualizó.