El Primer Simulacro Nacional 2023 se realizó este 31 de mayo, tal como indicó el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). El objetivo de esta práctica en todas las instituciones en territorio peruano es preparar a la ciudadanía ante un eventual sismo, tal como el que está previsto para Lima en cualquier momento. ¿Por qué se tiene este pronóstico? ¿La capital está preparada para afrontar un movimiento telúrico de gran magnitud? O, partiendo desde lo más próximo: ¿cómo reconocer si la casa donde vivo seguiría en pie tras un sismo? En este artículo de La República compartimos qué dicen los especialistas al respecto.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha indicado que en algún momento indeterminado es probable que se dé un sismo de magnitud mayor a 8 que afecte a Lima y regiones de la costa central. “El pronóstico se da porque somos un país altamente sísmico y porque en la costa central del Perú, específicamente, no ocurre un sismo importante desde hace 270 años”, explicó Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP, a este medio.
“Las nuevas técnicas y la tecnología que la ciencia pone a nuestra disposición nos ha permitido identificar que en la costa del Perú se está acumulando energía de 270 años que en cualquier momento puede desatar un sismo de aproximadamente 8.8 de magnitud”, detalló Tavera.
El Instituto Geofísico del Perú mantiene un monitoreo constante de los posibles sismos en el país. Foto: IGP
La pregunta que uno puede hacerse ante un eventual sismo podría ser si la casa donde uno vive no se derrumbará tras el movimiento telúrico. Consultamos con un especialista en construcción civil para resolver a estos cuestionamientos.
“Lo primero que se tiene que ver es dónde está ubicada la casa, si es que está en un terreno plano o si está en una pendiente, como ocurre en las casas que están en las laderas de los cerros, que a la vista se ve que el material no es adecuado”, indicó el ingeniero civil Diego Zamudio a La República.
Asimismo, detalló que en las construcciones formales suele realizarse una evaluación previa del tipo de suelo para conocer su capacidad de resistencia. Sin embargo, ello no se hace en una casa informal.
Paralelamente, según la autoridad del IGP, en las últimas décadas han prevalecido las construcciones informales en la capital. “Hay estadísticas que dicen que todos los distritos que han crecido desde el año 1975 en Lima y el Callao, han crecido con viviendas autoconstruidas y ubicadas en zonas geomorfológicamente inadecuadas. Me refiero a los suelos, a las laderas de los cerros”, señaló Tavera.
El otro punto importante a evaluar para reconocer si una vivienda es antisísmica es su estructura. “Respecto a la estructura de la casa, debemos ver el tema de las columnas. Tienen que estar en cada esquina, en los laterales y debe haber cierta continuidad”, detalló el ingeniero Zamudio.
Otro elemento importante a observar también es el tipo de ladrillo utilizado en la construcción. “Tal vez a simple vista no se puede ver, pero en la fachada o a los lados de algunas casas —ya que en muchas viviendas no tarrajean a los lados— se puede ver el tipo de ladrillo. Normalmente, el tipo de ladrillo que se usa para construir una casa, teniendo en cuenta la prevención de sismos, es del tipo King Kong”, explica el especialista.
No obstante, pese a que ese ladrillo es el adecuado, el que suele usarse es el conocido como Pandereta. “Ese tiene los huecos laterales. La unidad está 20 céntimos y a comparación del otro es más barato y es común que lo usen mucho”, señaló. Asimismo, la forma en que están ubicados los ladrillos también influye. "Hay diferentes posiciones en las que se colocan los ladrillos al construir, lo ideal es ubicarlos de cabeza (de forma horizontal). Tiene mayor capacidad de soporte", agrega.
La diferencia entre un ladrillo King Kong y Pandereta es la ubicación de sus huecos. Foto: composición LR/Internet
Una clara señal para detectar si una casa es proclive a derrumbarse fácilmente ante un sismo es la ausencia de columnas. “Si se ve que la casa no tiene columnas, no hay soporte y es complicado porque se tendría que arreglar toda la estructura”, indicó el ingeniero. En ese caso, se tendría que realizar reparaciones a gran escala, lo que puede implicar volver a construir muros y techos. Sin embargo, si solo le falta alguna de ellas, se puede colocar sin necesidad de comprometer a toda la construcción. “No es necesario derrumbar una casa si le falta alguna columna. Se tendría que excavar la cimentación que falta, colocar los fierros, encofrarlo”, precisó.
El costo para colocar columnas en una vivienda depende de la cantidad de pisos y de los metros cuadrados. “Por ejemplo, para una casa de dos pisos y de 60 metros cuadrados, aproximadamente calcularía unos 150 a 200 mil soles”, indicó.
Si bien puede ser una inversión costosa realizar reparaciones para que una casa sea antisísmica, el reconstruirla tras haber sido destruida por un sismo podría ser peor. “El costo de rehabilitar una casa que ha sido derrumbada saldría mucho más caro”, comenta Zamudio.
Las columnas son los elementos más importantes para soportar la estructura en una construcción. Foto: composición LR / cortesía
El simulacro realizado a nivel nacional hoy es uno de los esfuerzos del Estado para fomentar la cultura de prevención de desastres. Sin embargo, según el arquitecto José Sato Onuma, miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), aún hacen falta mejoras para reducir riesgos desde la planificación.
“Lo que nos falta todavía es la previsión y reducción de riesgos, es decir, la planificación. Esto es para que no estemos construyendo de manera informal, podría haber un control más estricto. Que se pueda determinar dónde puede crecer una ciudad en un terreno más apto, con mejor suelo. Evitar que de aquí en adelante se generen más vulnerabilidades y mayores riesgos”, declaró Sato.