Con información de Mary Luz Aranda-URPI/LR
Más de un año después del mayor derrame de petróleo ocurrido en la costa peruana, los daños aún continúan. Animales marinos muertos con restos de crudo y restos de aceite en el mar son usuales en la playa Costa Azul del distrito de Ventanilla. Por ello, son más de 200 comerciantes los que continúan sin poder trabajar en este sector, de acuerdo con Juan Carlos Montalvo, presidente de la Asociación de Sombrilleros de Costa Azul.
“Ha pasado mucho tiempo, pero estas cosas siguen ocurriendo. Ni siquiera terminamos de recuperarnos. Son más de 200 trabajadores, entre sombrilleros y pescadores, que seguimos sin poder retomar nuestras labores”, denunció.
Esto contradice las afirmaciones de la empresa responsable del desastre, Repsol, que afirma que el mar se encuentra totalmente limpio. “Toda la evidencia que tenemos nos indica que sí es seguro ir a la playa. No hay contenido de hidrocarburo y, si lo hay, está por debajo de los estándares de calidad ambiental que signifiquen un riesgo para la salud de las personas o el ecosistema”, expresó para Canal N Luis Vásquez, director de Comunicaciones de Repsol, el último 13 de enero.
A pesar de esto, los bañistas frecuentan la playa Costa Azul para enfrentar el intenso calor limeño. En el litoral, no muy lejos de los restos de animales marinos muertos, La República observó a decenas de familias que disfrutaban del agua salada.
“Uno se mete a la playa y sale con la piel aceitosa. Las personas siguen asistiendo y la Municipalidad no puede controlarlo, en parte porque son más de 7 kilómetros de playa. Es muy difícil restringir el acceso”, precisó Montalvo.
La fauna marina continua afectada por el derrame de crudo. Foto: Foto: composición LR/Mary Luz Aranda-La República
El último 15 de abril el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al Ministerio del Ambiente, detectó la presencia de hidrocarburos en el área del Terminal Multiboyas 2 de la Refinería La Pampilla S. A. A., ubicado en Ventanilla. El daño ecológico afecta un área aproximada de 300 m².
Ante ello, la OEFA instó a la empresa Repsol a que, “de forma inmediata y urgente", reporte lo ocurrido e informe acerca de las acciones y medidas ejecutadas en sus instrumentos de gestión ambiental para "evitar, minimizar o rehabilitar los impactos en el ecosistema marino y verificar las causas de la emergencia ambiental”.
Mediante un comunicado, Repsol explicó que lo indicado por OEFA era una mancha migratoria que se desplazaba desde el sur, con apariencia de aceites quemados y aceites de pescado, que incluía basura, madera y otros desperdicios sólidos." Así se informó a las autoridades respectivas, tal como se han venido reportado otros hallazgos similares en el pasado. A pesar de no estar relacionada con ninguna de nuestras actividades, se ha procedido con su limpieza".
Por su parte, Osinergmin manifestó que continúa con la supervisión en los terminales de Refinería La Pampilla. En el recorrido de esta zona no se apreció presencia de hidrocarburo en el mar en las áreas próximas a los terminales 2 y 4. "La labor de supervisión continúa hasta determinar la causa de la presencia de manchas oleosas en el mar", informaron.