“Solo sé que ellos (los sicarios) cobraron 10.000 soles para hacer el trabajo”, reveló José Carlos Solari Pozu, el chofer de 23 años que movilizó a los tres sicarios que asesinaron a seis miembros de la familia San Román, en el distrito de San Miguel.
Según fuentes de la División de Investigación de Homicidios, de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), el séxtuple asesinato se trataría de un ajuste de cuentas entre bandas rivales que operan en puerto del Callao.
En un primer momento, José Carlos Solari, más conocido en el mundo del hampa como ‘Negro Charly’, alegó inocencia ante sus captores. En todo momento, aseguró que no sabía nada y que solo le hizo el servicio de taxi a los sicarios. Sin embargo, al entrar en contradicciones, terminó por delatar a sus cómplices. Solari reside en el asentamiento humano Víctor Raúl Haya de la Torre, en Ventanilla, región Callao, y cuenta con antecedentes criminales.
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“(Los sicarios) estaban peleando en el carro por la paga. Decían que la gente que iban a tumbar (matar) era pesada y 10.000 soles era muy poco por ese trabajo. Uno de ellos reclamaba que no iba a entrar (participar) a última hora. Pero luego todos bajaron para terminar con el objetivo”, manifestó José Carlos Solari.
El ‘Negro Charly’ fue capturado en el interior de su vivienda en Ventanilla por parte de agentes de la División de Investigación del Callao, al mando del comandante PNP David Carranza Veramendi.
Asesinato en San Miguel: familia fue interceptada en un semáforo en rojo. Foto: John Reyes/La República
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad no solo identificaron la placa C8G-019 del auto Toyota Yaris gris oscuro que usaron los homicidas y que, según la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), pertenece a Sarai Huamán Parodi.
También lograron registrar los rostros de los asesinos, mediante un sistema avanzado de reconocimiento facial, y la ruta que emplearon para perpetrar el alevoso crimen y darse a la fuga.
Lograron registrar los rostros de los asesinos, mediante un sistema avanzado de reconocimiento facial. Foto: La República
Los asesinos de los seis miembros de la familia San Román sabían que iban a salir de su casa alrededor del mediodía del lunes. Por eso, los esperaban apostados en el vehículo de José Carlos Solari, en la esquina de la cuadra 28 de la avenida Riva Agüero y la calle Los Laureles, en el asentamiento humano Pando, en el distrito de San Miguel (ver infografía).
Entre el punto de vigilancia y el lugar donde se produjo el séxtuple homicidio, no hay más de cinco minutos de distancia. Ese fue el tiempo de diferencia entre la vida y muerte de la familia San Román.
La República llegó hasta el domicilio de las víctimas, ubicado en un cuarto piso de un edificio familiar, pero nadie quiso contestar.
Vecinos y comerciantes de la zona manifestaron que estaban muy asustados y que no querían hablar con nadie. ¿El motivo? Temen que la organización criminal termine por matar a todos los San Román si pronuncian una sola palabra que podría llevar a identificar a sus integrantes. También porque es conocido que Israel San Román Doroteo pertenecía al mundo criminal, por los antecedentes que maneja la Policía Nacional. Ya habían intentado asesinar a ‘Tota’ el año que pasó, muy cerca de su vivienda, en Pando, San Miguel.
Según el testimonio de José Carlos Solari, ellos les habían realizado un reglaje a los esposos desde el momento en que salieron de su domicilio. El plan consistía en seguirlos y esperar que los detuviera el semáforo, lo que consiguieron en el cruce de Riva Agüero con La Marina, al costado de la Plaza San Miguel. José Carlos Solari dio una vuelta en ‘U’, en medio de la pista, para esperar que los criminales cumplieran con su macabro objetivo.
Cómplice. Las cámaras captaron la placa del vehículo que conducía José Carlos Solari, lo que permitió a la policía ubicarlo y capturarlo. Aceptó su participación en los hechos. Dijo que los asesinos son de San Judas Tadeo y Ventanilla. Foto: composición/URPI-LR
“Cuando estábamos por la avenida Riva Agüero, uno de ellos me dijo para voltear en sentido contrario, debido a que el objetivo estaba detenido por la luz roja del semáforo”, precisó el delincuente.
“Entonces los tres aprovecharon para bajar del auto y corrieron a una distancia de 15 metros. Luego retornaron a los pocos minutos y nos dimos a la fuga”, narró Solari.
El conductor del vehículo mencionó que trasladó a sus cómplices a la avenida Perú, en San Martín de Porres, y que luego abandonó el vehículo por las inmediaciones de la plaza Guardia Chalaca, en el Callao, para finalmente esconderse en su domicilio.
De acuerdo a las fuentes policiales de La República, José Carlos Solari indicó que los sicarios son del Callao, de los barrios San Judas Tadeo y Ventanilla, y que los conoce solo por sus apelativos. No sabe dónde viven.
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La Policía sigue interrogando a Solari y presentándole fotografías de los sospechosos. Pronto se sabrá quiénes son los autores materiales del espantoso homicidio.
De acuerdo con los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal, Israel San Román Doroteo, ‘Tota’, quien se encontraba al volante, falleció por 19 impactos de bala en la cabeza, cuello, tórax y miembros superiores. La misma suerte corrió su esposa Estrellita Tapia Guerrero, quien estaba en el asiento posterior, justo a espaldas de Israel San Román. Ella recibió impactos en la cabeza, tórax y miembros superiores.
El padre de ‘Tota’, Elías San Román Padilla, que iba de copiloto, fue impactado en el tórax, lo que le originó una hemorragia con laceración vascular. Su esposa Luisa Doroteo Cervantes recibió un proyectil en la cabeza y otro en el tórax. Los forenses indicaron que la niña falleció de un traumatismo encefalocraneano causado por un disparo en la cabeza. En el caso de su hermanito, el impacto fue en el tórax. Tenían 14 y 12 años. Solo se salvó el hijo mayor de las víctimas, I.S.R.T., de 17 años de edad.
Antes de cerrar este reportaje de investigación, las fuentes policiales manifestaron que el delincuente José Carlos Solari finalmente ofreció datos más precisos sobre la identidad de los tres sicarios que lo contrataron para vigilar, perseguir, ejecutar el crimen y darse a la fuga. Por lo que se prevé que la detención de los homicidas será pronto.
Israel San Román Doroteo, ‘Tota’, quien se encontraba al volante, falleció por 19 impactos de bala en la cabeza, cuello, tórax y miembros superiores. Foto: La República
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Las cámaras de seguridad captaron que un joven salió del vehículo donde iban sus padres, sus abuelos y sus hermanitos, luego de que los sicarios terminaran de disparar y de fugarse. Se trataba de I.S.R.T., el hijo mayor de los fallecidos Israel San Román y Estrellita Tapia.
Increíblemente, el muchacho de 17 años salió ileso. De inmediato, retiró del vehículo a sus dos hermanos y los colocó sobre el césped del parque que estaba al costado. En todo momento, el sobreviviente pidió ayuda a los serenazgos, quienes trasladaron a los menores a una clínica cercana, pero, lamentablemente, llegaron sin vida. El auto era conducido por Israel San Román y estaba a nombre de su padre Elías San Román Padilla. I.S.R.T. se encontraba sentado en la parte posterior junto a su abuela Luisa, mientras llevaba entre sus piernas a uno sus hermanitos menores.
De acuerdo con fuentes de la Policía, el adolescente podría reconocer a los asesinos u ofrecer pistas sobre el móvil del crimen.
Sobreviviente. El hijo mayor de las víctimas, I.S.R.T., después del crimen. Foto: difusión
Una ciudadana registró el momento en que I.S.R.T. retiró las pertenencias de su padre y las introdujo a un canguro. Lo ayudó una persona que extrañamente llevaba guantes quirúrgicos.
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Presencia. El fiscal adjunto de la Quinta Fiscalía Provincial Corporativa del Callao, Luis Reyes Sosa, participó en la detención de José Carlos Solari.
Actuación. El fiscal Luis Reyes garantiza que se cumplan todas las formalidades de la ley durante el interrogatorio al chofer de los sicarios.
Evidencias. Peritos de criminalística de la PNP realizaron el recojo de huellas al interior del auto que condujo José Solari.
Detención. A José Carlos Solari se le comunicó que su detención obedece a un caso de tráfico de drogas que tenía pendiente de resolver.
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