Solo 5 de las 16 playas que monitorea la Gerencia Regional de Salud (Geresa) de Arequipa fueron declaradas saludables en la región. Estas son la primera y segunda de Mollendo, la playa de Catarindo, así como la de los distritos de Punta de Bombón y Mejía. Todas en la provincia de Islay. El resto de playas de esta jurisdicción y las de la provincia de Camaná califican como no saludables. En toda la región, hay 42 playas. Geresa no monitorea los balnearios situados en la provincia de Caravelí por su lejanía.
El responsable de la Evaluación y Monitoreo de Playas de la institución, Yuri Isasi Rosas, explicó que para la evaluación, se requiere un recojo de muestras del agua de mar que deben ser trasladadas a la ciudad de Arequipa. Las mismas deben llegar en un lapso de 6 horas para ser analizadas. El viaje a Caravelí toma más tiempo.
El funcionario explicó que predominan varios criterios para declarar a una playa saludable: control de la calidad microbiológica en el agua de mar. En las 5 playas saludables, la calidad es buena pues no sobrepasan el indicador de coliformes fecales. No exceden el número de 1 a 7 (número más probable) coliformes por cada 10 milílitros. La norma estipula que el límite es hasta 200.
Otro aspecto es la limpieza de la playa y si disponen de recipitentes para residuos. En el caso de las 5, la limpieza es buena. En cambio en el resto, es regular y no tienen elementos para depositar la basura.
Otro punto que se evalúa es la calidad de los servicios higiénicios. Solo las 5 saludables poseen baños, el resto no.
Isasi explicó que durante la evaluación, acudieron a la playa de Catarindo. Aparentemente se encontra en buenas condiciones, pero al realizar un raspado de la arena, encontraron heces fecales enterradas. Se dispuso que se haga una limpieza y, por ello, ahora calificó como saludable.
En las playas de Camaná, a donde concurre gran cantidad de veraneantes, hay mucho trabajo por hacer. Después de las fiestas de Año Nuevo -dice el funcionario- las playas terminaron infestadas de residuos sólidos. La principal deficiencia es la limpieza de la playa, además los servicios higiénicos no están garantizados. En la playa de La Punta, cuentan con baños, pero son deficientes.
Conforme pase el verano, la calidad del agua de mar va empeorando, por ello, es necesario el monitoreo constante y la presencia de servicios higiénicos.
Isasi explicó que uno de los problemas de los distritos costeros es su disposición de las aguas servidas. En Mollendo, va directamente al mar, pero debido al fuerte oleaje este se disuelve y disminuye en gran medida los coliformes. En otras zonas, utilizan pozos sépticos y en Mejía, sí hay una planta de tratamiento de residuos sólidos.
La Dirección Regional de Salud aún no ha emitido la certificación de playas saludables en el litoral tacneño pues aún está en esa evaluación. Aún así, las visitas se han detenido esta semana a causa de los bloqueos en la carretera Costanera.
El balneario más concurrido en temporada de verano es Boca del Río. Su alcaldesa, Dora Quihue de Cuadros, contó que en año nuevo, pese a las protestas en la ciudad, el balneario fue visitado por cientos de personas.