Por: Liz Ferrer y Juan Carlos Soto
Cuando a Jorge Basadre Grohman, le preguntaban sobre Tacna este respondía: “si es sobre Tacna, pregúntenle a Lucho Cavagnaro”.
La anécdota la contó el exministro de Educación Grover Pango a radio Uno. Grafica el conocimiento que tenía Luis Cavagnaro Orellana sobre su querida heroica.
El historiador partió ayer a los 79 años. El domingo ingresó de emergencia en el hospital Daniel Alcides Carrión debido a una enfermedad crónica que había debilitado su estado de salud. Ayer martes, 8 de noviembre, Cavagnaro partió y para siempre.
Según un perfil que publicó el historiador Helard Fuentes, las raíces maternas de Cavagnaro se encuentran en Guatacondo, antiguo poblado tarapaqueño sobre el río Loa en Chile. De aquella localidad provino la familia de su madre, Elba Orellana Salazar, mientras su padre, Filidor Cavagnaro Herrera, era un tacneño de raíces italianas. Cavagnaro fue el hijo único de aquella relación, no obstante, tuvo seis hermanos.
Hizo sus estudios en una escuela anexa al colegio nacional Bolognesi y la secundaria en la Gran Unidad Coronel Bolognesi. En ese plantel, nació su vocación por la historia. Paradójicamente, la impulsó un profesor de ciencias, Augusto Cáceres Zegarra. Pese a la estrechez económica de la familia, partió a Lima para estudiar Educación en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
En la capital, ya titulado, comenzó a enseñar historia en un colegio del gran historiador Gustavo Pons Muzzo. También frecuentaba los lugares donde Jorge Basadre daba sus disertaciones. Adueñado de esa timidez provinciana, no se le acercó a Basadre. Según la crónica de Fuentes, Guillermo Auza Arce, lo invitó a una reunión donde se encontraba Basadre. Ahí los presentaron. La relación fue estrecha.
Tacna
Cuando Cavagnaro sustentó su tesis doctoral, entre los presentes estaba el autor de “La Historia de la República del Perú”. “Basadre iluminó mi vida”, le dijo a Fuentes. Corría 1975.
Ese año también le ofrecieron presidir el Archivo de Tacna. El proyecto empezaba de cero. Su misión era rescatar fondos documentales de instituciones públicas, notarías, antiguas familias tacneñas, etc.Esa tarea tuvo que alternarla con la docencia.
En 1980, la Organización de los Estados Americanos (OEA) lo becó para estudios de especialidad en la Escuela de Archiveros de Madrid. Ahí investigó sobre Tacna en el Archivo Real de Indias y de Sevilla. El resultado, la colección de Materiales para la Historia de Tacna en varios tomos.
En su última entrevista con La República contó una anécdota sobre la resistencia de Tacna a la chilenización. El gobierno de ese país contrató los mejores docentes en los colegios de Tacna. La estrategia no funcionó. El docente chileno Vicente Dagnino Oliveri, revela que en la pizarra escribió ‘Viva Chile, nuestra patria’ para que sus alumnos lo repitieron en francéss. ¿Qué hicieron los chicos? Cambiaron el pronombre, en lugar de ‘nuestra’ colocaron ‘vuestra patria’. La obra pendiente de Cavagnaro es el cautiverio.
En agosto de este año, mediante resolución n°. 207-2021-DM/MC del Ministerio de Cultura, Cavagnaro Orellana fue reconocido como “Personalidad Meritoria de la Cultura” por su aporte a la historia de Tacna.
En el 2014, Cavagnaro recibió del Ministerio de Educación las Palmas Magisteriales en el grado de maestro por su destacada labor en ese campo.
En 1998, fue reconocido por el Concejo Provincial de Tacna con la “Medalla de la Ciudad”.