Por Óscar Chumpitaz y URPI
Muchos despertaron ayer con la noticia de que Gabriela Sevilla Torello, de 30 años, quien se encontraba desaparecida desde la noche del miércoles último, estaba con vida, pero sin el bebé que iba a dar a luz. Después, conforme pasaron las horas, este caso se tornó no solo dramático sino extraño, con diversas versiones y documentos.
“Mami, la fuente se rompió, me voy en taxi a la clínica (Internacional, de San Borja)”, le dijo por celular Gabriela a su madre Rina, el miércoles, cuando salió sola a su casa. Estaba en labores de parto, dijo, pero nunca llegó al centro médico, tampoco volvió a su casa. Su familia denunció la desaparición, la población se conmocionó, y ayer en la madrugada fue encontrada en Villa María del Triunfo, con golpes pero sin Martina, la bebé que habría llevado en el vientre.
Su padre Samuel Sevilla, un coronel retirado del Ejército, contó que ayer, a las 00:35 a.m., su madrina lo llamó para que recogiera a su hija. Luego de 36 horas de búsqueda la angustia llegaba a su fin.
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Su versión. Gabriela dice tener pruebas de su embarazo. Foto: difusión
Pero pese a la emergencia, la condujeron recién a las 4:55 a.m. al Hospital Militar del Ejército donde fue atendida por la doctora Verónica Chicata.
En su testimonio ante la Fiscalía, Gabriela dijo que su bebé no lloró al nacer y que dos varones le dijeron que le entregarían el cuerpo de la menor si es que no los denunciaba. “Me iban a matar a mí y a mi familia”.
El caso iba avanzando hasta que pasado el mediodía el ministro del Interior, Willy Huerta, no solo descartó el embarazo de Gabriela sino que indicó que se evalúa una denuncia contra la fe pública porque ella fingió una gestación, además del rapto de su supuesto bebé.
“Después de haber sido atendida clínicamente, los médicos determinaron que no estaba embarazada. Los médicos dieron ese diagnóstico”, dijo Huerta. No obstante, su colega del Ministerio de la Mujer, Claudia Dávila, lo contradijo. “Es difícil sostener esta versión de que no estaba embarazada. Nosotros estamos como ministerio con la familia y con las personas cercanas para determinar si esta versión tiene asidero”, manifestó.
Horas después, el Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público informó que “no había evidencias clínicas ni de laboratorio de que haya estado embarazada (no hay indicios de prostaglandinas que permanecen en el sistema de una parturienta hasta tres semanas después del alumbramiento) ni de lesiones en el canal vaginal que sean concordantes con un alumbramientro. La ciencia es irrefutable en estos casos”.
Salida. Rina, madre de la joven, salió así con su hija del hospital. Foto: difusión
Tras ser dada de alta del Hospital Militar, el padre y sus tíos de Gabriela desmintieron al ministro del Interior y la Fiscalía. Después, ella misma aseguró que sí estaba embarazada.
“Los papeles de casi todos los meses que he llevado de mi embarazo los tengo en mi casa, tengo pruebas, claro que sí. Quiero pensar que como no terminaron de hacerme los exámenes no detectaron el embarazo”, sostuvo, por la tarde, acompañada de su padre en la puerta de su vivienda de Surco.
Admitió que ya no quería que le hicieran más exámenes en el Hospital Militar porque estaba desde las 4:00 a.m. y se encontraba agotada, pero se mostró de acuerdo en realizarse todas las pruebas que faltan.
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“Debe haber sido un error, es imposible lo que ha manifestado el ministro”, aseguró. Luego reiteró que cuando su bebé nació, no la escuchó llorar. “Pero yo tengo esperanzas de que sí pueda encontrarla, que sí está desaparecida. Hoy (ayer) yo misma voy a buscar a mi bebé”, sentenció la joven que para hoy ha sido citada por la Policía para dar su manifestación sobre lo ocurrido.
Tras ello, personal de la División de Personas Desaparecidas de la PNP en conjunto con el Ministerio Público acudió hasta la vivienda de Gabriela para realizar una diligencia. Allí, el fiscal a cargo, Pablo Loayza, reafirmó el informe médico legal.
“No hemos visto ecografías. No nos hemos podido contactar con el ginecólogo (...) A Gabriela se le hizo el examen de sangre, no el de orina debido a que la señorita se mostró renuente a someterse al mismo”, añadió.
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Recibió críticas. El titular del Interior, Willy Huerta, dijo que Gabriela no estaba embarazada. Foto: difusión
Pero ¿realmente estuvo embarazada? La República tuvo en exclusiva un informe médico que confirma que Gabriela Sevilla Torello sí estuvo embarazada, pero el año pasado.
El informe de la clínica Internacional es del 9 de marzo del 2021 y el médico tratante fue José Chirinos. Entonces, Gabriela Sevilla tenía 13 semanas y media de gestación.
El médico señaló como antecedentes “gestación única con latido cardiaco fetal: positivo; mioma intramural subseroso en fondo uterino de 70x54 mm, hematoma subcorónico al lado del saco gestacional reabsorbido sin desprendimientos”.
Es decir, el año pasado sí estuvo embarazada y ese control se hizo cuando la joven tenía tres meses de gestación. Sin embargo, la Policía asegura que el embarazo se habría interrumpido por causas a determinar y que eso “le habría provocado un trauma psicológico”.
Los investigadores del caso no descartan ninguna hipótesis.
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Como se recuerda, al comunicarse telefónicamente con sus familiares el día que salió de su casa en Surco, Gabriela les informó que había abordado un taxi con dirección a la clínica Internacional, en San Borja, porque estaba en inicio de parto.
Por la noche, a través de sus redes sociales, Gabriela publicó una foto de su estado de gestación y de la ecografía que le hicieron. Defendía su versión.
Meses antes, sus amigos le organizaron un baby shower, tenía la cuna, ropa para bebés y hasta el cuarto de la niña. “Estaba muy ilusionada con el nacimiento de mi bebé”, comentó.
Rina Torello, madre de Gabriela, había revelado el jueves tener sospechas de Ramiro Gálvez Ramírez, la pareja de su hija. Dijo que ellos estuvieron separados pero que retomaron la relación cuando se enteraron del embarazo. “Ellos conviven desde el mes de junio, antes de convivir tuvieron una etapa de enamorados la cual terminaron, pero al enterarse de que se encontraba embarazada volvieron a retomar la relación”.
El hombre estuvo presente por más de siete horas en la sede de la Dirincri. Se enteró allá por la madrugada cuando apareció Gabriela en el Hospital Militar. Él debería salir a hablar. Los papeles también.
Las muestras de sangre analizadas en el Hospital Militar demostrarían que la joven no estaba embarazada, tal como lo dijo el ministro del Interior.
Eliana Revollar, defensora del Pueblo
“Instamos a las autoridades a que este caso no sea tomado más bien para que digan: ‘miren lo que pasó, mintió’, porque muchas veces no se reciben las denuncias en las primeras 24 horas de la desaparición”.
Susana Chávez, directora de Promsex
“En las investigaciones de desaparecidas hay prejuicios y no se reconocen situaciones de peligro. Hay una tremenda naturalización de la violencia hacia las mujeres y las leyes no son suficientes”.
Cifras en alza. De enero a agosto, la Policía ha reportado 7.762 denuncias por desaparición de mujeres. Solo el 48% fueron ubicadas.
Menores. Según la Defensoría del Pueblo, el 69% de las notas de alerta están relacionadas con casos de niñas y adolescentes. Urge activar el sistema de justicia.