Camiones cisternas de Sedapal, con agua potable que debería ser usada por la población del anexo 22 de Jicamarca, en el distrito de san Antonio de Huarochirí, son enviados a locales privados para llenar piscinas, tanques y pozos particulares.
Durante la pandemia por COVID-19, la empresa estatal peruana firmó un convenio con el municipio de dicha jurisdicción para la distribución gratuita de agua apta para el consumo humano a través de 80 cisternas. Sin embargo, los vecinos declaran que estos camiones llegan a sus casas cada 10 o 15 días y cuando lo hacen, deben pagar por cada balde que llenan. “A cada familia nos vienen cobrando S/ 2, S/ 3 o S/ 5”, declaró uno de los residentes a Latina.
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Los camiones cisternas inician sus rutas en un surtidor conocido como La Paradita, en Jicamarca, pero, en vez de dirigirse a las casas de los más necesitados, ingresan a recintos particulares.
En esos lugares se llenan pozos, tanques, piscinas y unidades cisternas privadas. También se captó a las unidades cuando abastecen de agua a obras de construcción, en un colegio y para regar jardines.
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En uno de los audios mostrados por Latina se oye a personal de la caseta de la Municipalidad de Huarochirí dar la indicación de desviar este servicio hacia otros destinos y según la declaración de uno de los aguateros, incluso habría personal de Sedapal con conocimiento de este hecho que viene realizándose por lo menos hace dos años y medio.
“Se roban el agua casi todos los días. Cuando llegamos al punto de distribución, bien sea el serenazgo que nos da la hoja con el punto de asignación, nos desvía de la ruta. Me dicen ‘quiero 10 carros para la piscina Cárdenas’ y tengo que ir porque si no, no me pagan el viaje”, expresó uno de los trabajadores encargados de la repartición.
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El Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) emitió un comunicado en el que afirma que en el contrato que se suscribió con la Municipalidad de Huarochirí se establece que la responsabilidad de la distribución de agua es del municipio. Asimismo, indica que vienen implementando un aplicativo móvil y un dispositivo GPS en los camiones cisterna para mejorar la vigilancia y monitoreo.
También confirma que iniciará las acciones penales y legales correspondientes, y que ha aplicado sanciones e inhabilitado a una de las empresas encargadas de la distribución del agua, luego de que se detectaran irregularidades en la jurisdicción de la entidad edil mencionada anteriormente.
Sedapal emitió un comunicado donde afirma que se ha inhabilitado a una de las empresas prestadoras de servicio luego de verificar irregularidades en Huarochiri. Foto: Sedapal
Por otro lado, Roberto Pachas, gerente de la Municipalidad de San Antonio de Huarochirí, señaló que Sedapal es la entidad responsable del control de la distribución del agua gratuita. Además, afirmó que las coordinaciones para este fin se realizan vía WhatsApp y con solo una firma de autorización. En tanto, la alcaldesa del distrito, Marisol Ordoñez —a través de una carta— pidió la reconsideración de la sanción a los aguateros captados regando los jardines del municipio.