Por pedido de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa El Pedregal (Arequipa), la División de Homicidios de Lima trabaja intensamente para identificar los restos humanos hallados en la ribera del río Colca, en la zona de Tultinza, distrito de Huambo, provincia de Caylloma. Las autoridades quieren determinar si se trata de la turista belga Natacha Stephanie de Crombrugghe de Schipsdaele, que tenía 28 años.
“Es necesario indicar que, debido al análisis preliminar de las fotografías obtenidas del cadáver, la ubicación del lugar donde fue encontrado y las características morfológicas del cráneo y otros huesos, existe una probabilidad alta de que estos (retos) pertenezcan a la ciudadana belga, apreciación que deberá ser corroborada con los exámenes de laboratorio (biología molecular ADN)”, explicó el coronel Víctor Revoredo, jefe de dicha unidad especializada de la Policía Nacional.
Como se recuerda, por disposición de la Fiscalía de Chivay, la División de Homicidios se hizo cargo de las investigaciones sobre la extraña desaparición de la extranjera, ocurrida el pasado 24 de enero en Cabanaconde.
Los investigadores informaron que, de la búsqueda de información y trabajo de campo, se conoció a través de un morador de la zona que en la ribera del río Colca se encontraba incrustado entre las peñas un cráneo.
El testigo proporcionó una fotografía del lugar. Las muestras sirvieron para establecer que, efectivamente, se trataba de un cráneo unido a una parte de la región toráxica y parte de los miembros superiores e inferiores.
Teniendo en consideración la zona donde se ubicó al cadáver, que corresponde a un distrito aledaño a Cabanaconde —Cañón del Colca— donde Natacha de Crombrugghe fue vista por última vez, los agentes presumieron que se trataría de la turista.
Con las evidencias halladas, personas de la División de Homicidios de la Dirincri, en coordinación con personal de la Depincri Arequipa, la comisaría de Huambo, la Unidad Policial de Alta Montaña, peritos en criminalística, el fiscal y médicos legistas de Arequipa, el jueves por la mañana se constituyeron al lugar del hallazgo.
Durante varias horas, efectuaron la Inspección Técnica Policial, la Inspección Criminalística y el levantamiento del cadáver para su plena identificación. El fiscal Jesús Gallegos Basurco comprobó que los restos yacían suspendidos entre dos rocas y un tronco de árbol al borde del río, sin ropa y en estado momificado.
Los peritos confirmaron la ausencia de los dos huesos peroné y ambas tibias, así como tampoco se encontró el radio cúbito izquierdo, el radio derecho ni las manos.
Tenía la calota ósea de color blanco (parietales, frontal, huesos de la nariz y occipital), la región temporal de ambos lados cubierta por tejido momificado y con presencia de bello en la región supra auricular izquierda y derecha.
En el tórax también se encontró tejido momificado, y se halló piezas dentarias: incisivo inferior izquierdo, canino inferior izquierdo, tercer premoral inferior derecho, primer y segundo molar inferior derecho.
Asimismo, hubo presencia de pelvis que se articula con ambos huesos, así como cabello en la región temporal izquierda y derecha. Los peritos consideran que el tiempo de la muerte es de más de cuatro meses.
El cadáver permanece en la morgue de Arequipa.