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Sociedad

Gamarra: roban 28.000 soles en taller de confección y se llevan material frente a guardias

Delincuentes salieron arrastrando un saco de rafia para burlar a los vigilantes. Ellos tomaron una máquina que excede los 4.000 dólares, 8.000 soles en efectivo y más de 1.000 soles en prendas.

"A las 7.00 p. m. ingresan al taller y 10 minutos les tomó para robar", comentó el dueño. Foto: Mary Luz Aranda-URPI/LR

Con información de Mary Luz Aranda-URPI/LR

Un microempresario fue blanco de la delincuencia. Dos sujetos aprovecharon que un taller de confección estaba cerrado para romper el candado y llevarse mercadería, máquina de cocer y dinero en efectivo. El hecho ocurrió en la galería El Encanto, en el emporio comercial de Gamarra, en el distrito de La Victoria.

Las imágenes de videovigilancia de otro local captaron el ingreso y huida de los delincuentes, quienes arrastraron un saco de rafia con lo robado. En total, la pérdida superó los S/ 28.000 para el agraviado.

A las 7.00 p. m. ingresan al taller y 10 minutos les tomó para robar. Se llevaron la máquina que tiene mayor versatilidad y que me costó US$ 4.800. Se llevaron el efectivo al rebuscar, algo de S/ 8.000, y de allá robaron 80 prendas que están S/ 1.600”, comentó el señor Guillermo Gamarra, el afectado.

Pese a la presencia de vigilantes en la galería, los hampones salieron del lugar sin levantar sospechas. Incluso, los trabajadores de seguridad no dieron aviso al dueño cuando encontraron que las puertas del taller presentaba señales de forcejeo.

“Hay negligencia de los vigilantes porque no se puede bajar carga en el ascensor y se ve que arrastran el paquete. Con el candado hay otra negligencia, a las 7.00 p. m. hacen cambio de guardia y pasan, se percataron y no avisaron a su jefe. Ellos dicen que encontraron el candado roto y otro semipuesto, pusieron otro candado cuando vieron aceite en el piso”, comentó el denunciante.

Con más de siete años en el negocio textil en dicha galería, Guillermo pide a las autoridades dar con la identidad de los ladrones, cuyos rostros se ven claramente en las cámaras de videovigilancia.