El Perú enfrenta una cuarta ola de casos COVID-19 con una cobertura insuficiente en vacunación (65.2% con tercera dosis) y sin que el Ministerio de Salud (Minsa) informe su plan para evitar el escenario extremo previsto por sus propios expertos: casi 17 mil fallecidos.
Pues bien, el exministro Hernando Cevallos señala que urge reforzar la vacunación. Indica que hay 13 regiones donde las tasas de inmunización en mayores de 60 años aún son muy bajas (no alcanzan ni el 60% con tercera dosis), por lo que el Minsa “debe focalizarse en revertir la situación en esos lugares”, debido a que el 76% de fallecidos durante la tercera ola fueron personas que tenían de 60 años a más. Para lograr esto, Cevallos considera que se tiene que “generar niveles de confianza con los referentes locales”; es decir, trabajar con líderes o dirigentes de cada comunidad, barrio o distrito.
En ese sentido, el extitular del Minsa Víctor Zamora manifiesta que se debe tener en cuenta que hay 10 millones de personas que no han recibido su tercera dosis, dentro de las cuales un millón tiene más de 60 años, lo que les coloca entre los grupos más vulnerables.
Asimismo, el director general del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC-Minsa), Julio Ruiz, dijo que con el sublinaje BA.2.12.1 y los linajes BA.4 y BA.5 existe mayor posibilidad de reinfección, por lo que es importante completar el esquema de vacunación.
“Muy buenas tardes. Ya estamos en una cuarta ola. Ya hemos pasado el 5% de lo aceptable para (llamarla) ya una cuarta ola”, dijo el ministro de Salud el último domingo. No obstante, al ser consultado qué medidas tomaría su sector, Jorge López solo contestó que ya se había “puesto en alerta” y no dijo nada más.
Al respecto, Zamora refiere que “de nada sirve que salga a decir que empezó la cuarta ola, cuando no explica qué se hará a continuación”. Para él, el plan debería tener dos elementos: las actividades que se realizarán y el presupuesto que se asignará para ellas. Añade que esta ola se caracterizará por una alta hospitalización, debido a los linajes BA.4 y BA.5. “Si sabes eso, tienes que prepararte. Eso significa más camas, pero la cama no es el catre, la cama es básicamente 65 mil trabajadores de salud que han sido incorporados en la primera y segunda ola. Necesitas retenerlos y redistribuirlos”.
En ese sentido, vale mencionar que el viernes último el ministro López informó que están trabajando para que el personal CAS-COVID pase a ser CAS regular, aunque no dio fechas de cuándo sería una realidad.
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En tanto, Cevallos señala que se debe revisar cómo está la capacidad operativa. “¿Cómo están las plantas de oxígeno? ¿Están funcionando? ¿Cómo están los equipos de respuesta en distintos establecimientos?”. Según Ruiz del CDC, tenemos oxígeno para 19 días y generadores de oxígeno que producen 300 balones diarios cada uno, los cuales en este momento están “a una capacidad mínima”.
Agrega que el abastecimiento no será un problema. También dice que el país cuenta con más de 50 mil camas de hospitalización y 3.300 camas UCI, las cuales serían habilitadas de manera paulatina en función del escenario que se tenga.
A no bajar la guardia. Personas deben tener precaución. Foto: Gerardo Marín/ La República
Ahora bien, Julio Ruiz sostiene que si bien a la fecha la cantidad de fallecidos se mantiene baja y la de hospitalizados también, no descartan que “en cualquier momento cambie el escenario y comience a incrementarse las hospitalizaciones”. De acuerdo con las estimaciones del Minsa, tal como lo adelantó ayer La República, un escenario leve de la cuarta ola podría originar hasta 61.695 hospitalizaciones y 4.814 decesos, mientras que en el escenario extremo serían 162.736 pacientes hospitalizados y 16.996 muertes (ver infografía).
Ruiz también precisa que actualmente el sublinaje BA.2.12.1 es el predominante, pues representa más del 80% de casos nuevos; sin embargo, el linaje BA.5 empieza a ganar terreno. Pero no solo es su presencia la que influye en el alza de casos, sino el comportamiento de la población, indica, por lo que alrededor del 11 de julio sabrán si es que las celebraciones del 24 de junio, como el Inti Raymi, la fiesta de San Juan y Día del Campesino, han provocado un incremento de contagios, pues ese día se congregaron miles de personas en distintas zonas del país. Y por ello tampoco descarta que se retorne a la obligatoriedad de la mascarilla en todos los espacios independientemente del avance que tengan las regiones en vacunación.
Un total de 3.271.947 personas de cinco años a más no han recibido ni una sola dosis de la vacuna contra la COVID-19, según el Minsa.
Si estas cifras se desagregan, en el grupo de 5 a 11 años hay 1.306.679 menores desprotegidos, mientras que en los adolescentes de 12 a 17 años suman 443.903. En tanto, en las personas de 18 años a más son 1.521.365.
En cuanto a la cuarta dosis, desde que inició su aplicación se han inoculado 1.850.221. El ministro de Salud dijo que pronto se empezaría a administrar a mayores de 30 años, pero hasta el momento no ha brindado más información al respecto.
Infografía-La República.
Infografía-La República.