La donación de órganos es un gesto altruista, considerado el mayor acto de bondad que puede salvar muchas vidas. En la actualidad, hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante.
La única forma de resolver este problema es ser donante de órganos y animar a otros conocidos a que también lo sean, cuantos más donantes haya, mayor será el número de vidas que podrán salvarse.
Sin embargo, existen muchas interrogantes y mitos infundados que generan inseguridad y temor en la población acerca de este tema. En este contexto, Jessica Román Robledo, procuradora del Hospital Alberto Sabogal de EsSalud, explica algunas dudas y mitos más frecuentes en el Perú.
La donación de órganos es considerado un acto de amor. Foto Difusión
Mito n.º 1: Si acepto donar mis órganos, el personal del hospital no se esforzará tanto para salvar mi vida.
Realidad: Es deber moral y legal que el médico brinde la atención necesaria con el propósito de recuperar la salud de los pacientes, esto bajo juramento hipocrático. Solo después de la confirmación de la muerte, bajo criterios de muerte encefálica, podría ser considerado como potencial donante.
Mito n.º 2: Tal vez, no esté realmente muerto cuando firmen mi certificado de defunción.
Realidad: Aunque es un tema popular en los tabloides; en realidad, la gente no empieza a mover los dedos de los pies después de ser declarada muerta. De hecho, a las personas que han aceptado la donación de órganos se les realiza pruebas (sin costo alguno para sus familias) para determinar que están realmente muertas.
Mito n.º 3: Si quiero ser donante, desconfío que los órganos sean para las personas que realmente lo necesiten
Realidad: Los órganos de un donante son asignados a los pacientes que se encuentran formalmente en una lista de espera, bajo ciertos criterios de selección; entre ellos, la compatibilidad sanguínea, de tejidos, la edad, el estado clínico del paciente entre otros.
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Mito n.º 4: La donación de órganos va en contra de mi religión.
Realidad: Las religiones que tienen como principios el respeto a la vida, el amor, la solidaridad, están de acuerdo con la donación de órganos y tejidos, ya que se trata de un acto solidario, que salva la vida de las personas.
Mito n.º 5: Un funeral con ataúd abierto no es una opción para las personas que han donado órganos o tejidos.
Realidad: La donación de órganos no ocasiona daño en la apariencia física del donante.
El proceso de extracción de los órganos está a cargo de profesionales médicos expertos y se realiza con todos los cuidados de una operación quirúrgica de rutina, conservando la estética corporal.
Mito n.º 6: No tengo buena salud. Nadie querría mis órganos o tejidos.
Realidad: Muy pocas afecciones médicas te descalifican automáticamente para donar órganos. La decisión de utilizar un órgano se basa en criterios médicos estrictos. Puede ser que ciertos órganos no sean adecuados para el trasplante, pero otros órganos y tejidos pueden estar bien. No te descalifiques prematuramente. Solo los profesionales médicos pueden determinar en el momento de tu muerte si tus órganos son adecuados para el trasplante.
Mito n.º 7: A mi familia se le cobrará si dono mis órganos.
Realidad: El proceso de la donación de órganos no tiene costo para la familia, los órganos o tejidos son donados siempre en forma libre, voluntaria y altruista.
Los órganos de un donante son asignados a los pacientes que se encuentran en una lista de espera. Foto Minsa
Nos comunicamos con una receptora de órganos, cuya identidad preferimos reservarla. Nos comentó que tenía insuficiencia renal crónica y desde los 13 años estuvo en la lista de espera de donación de órganos. “Me diagnosticaron insuficiencia renal crónica, por eso mis riñones funcionaban menos, por ese motivo, ingresé a diálisis. El lupus es una enfermedad del sistema inmunológico que daña a distintos órganos, sobre todo los riñones” explicó.
Asimismo, agregó: ”Esperé ocho años para recibir una donación, y si llegué a tener un riñón fue gracias a mi tía porque la tasa de donación cadavérico es superbajo y, a través de ese modo, yo no hubiera logrado operarme”.
“En verdad todos los días hay personas que fallecen por falta de un órgano, por eso es muy importante desterrar cualquier mito con respecto a este tema. Al aceptar ser un donante, el marcar sí en el DNI es regalar una vida a una persona. Uno puede seguir haciendo algo para el prójimo, no hay mejor regalo que la vida y esto se logra a través de la donación”, finalizó.