La Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana exige al Gobierno aprobar ya la reglamentación de la ley 31458 que reconoce la sostenibilidad y financiamiento de estas organizaciones.
Faltando un día para el vencimiento del plazo señalado para que el Ejecutivo emita este documento, la presidenta de la Red de ollas Comunes, Fortunata Palomino, dice esperar que el Midis haga los ajustes discutidos la semana pasada. “Son propuestas que ellos han llevado para ver y no sé qué nos responderán. Hoy día (ayer) hemos llamado y han dicho que están en reunión con el Ministerio de Economía. También deben estar viendo lo del presupuesto”.
La ley 31458 fue promulgada el 27 de abril; es decir, hace más de un mes, y pese a ello estas organizaciones continúan desamparadas.
Pues bien, para aprobar el reglamento, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) tuvo reuniones con distintos actores, entre ellos dirigentas de las ollas comunes, para conocer sus puntos de vista.
Según una de las mujeres que ayuda en la preparación de los alimentos, en la localidad hay muchos niños que padecen desnutrición. Foto: WhatssApp La República
Algunos puntos planteados, explica Palomino, son, por ejemplo, que las compras de los alimentos sean a través de tarjetas. Incluso han considerado que el Ejército o instituciones, como las Iglesias, se hagan cargo de adquirir los productos para cocinar. “Ellos pueden hacerse cargo para que esto no sea manipulado por alcaldes y se preste al clientelismo político”.
Lo mismo buscan para la compra del gas que usan al preparar los alimentos: que no sean los municipios los responsables, pues incrementan los precios al incluir la movilidad para el traslado hasta la olla común “y no tenemos presupuesto, a las justas nos autogestionamos y encima nos quieren cargar eso, no sería justo”.
Añade que la distribución del gas podría realizarse por medio de entidades que deseen sumarse a la causa. La dirigenta manifiesta que no quieren que las representantes de las ollas estén a cargo de esta tarea, debido a que serían “juez y parte”, por lo que buscan a ciudadanos “no afines a las ollas comunes”.
En esa línea, también solicitan que haya una actualización del registro de ollas. “Muchas veces dicen ‘no cocinan’ o ‘no cocinan para tantas personas’, Siempre hay habladurías”.
Y mientras la crisis alimentaria se agudiza, las ollas comunes continúan a la espera de que, finalmente, se publique la reglamentación. “Creo que se está avanzando”, dice Palomino.
En Lima han aumentado las personas que dependen de las ollas comunes para satisfacer su necesidad de alimentación. Foto: Gerardo Marín/La República
El Midis señala que Lima metropolitana, Callao y La Libertad registran el mayor número de ollas comunes, según su sistema informático. Hasta el 6 de mayo había 2.506 ollas comunes en la capital, 242 en el primer puerto, así como 101 en La Libertad. En Arequipa se registraron 98, en Junín 95 y en Lima provincias 85.