Según el presidente de la Asociación Peruana de Industriales Confeccionistas (APIC), Moisés Estela, existe un promedio de 20.000 empresarios textiles del Emporio Comercial de Gamarra que siguen sin reactivar sus ingresos o, al menos, continúan sin aproximarse a lo que vendían previamente a la pandemia de la COVID- 19.
Estela también precisó que la mitad de dichos productores han tenido que acondicionar sus domicilios para poder trasladar las máquinas de coser y remalladoras que poseían en sus propios talleres, entre otros equipos que también contribuyen a la fabricación de ropa, telas y demás productos textiles.
Por otro lado, el también vocero explicó que las tarifas de los alquileres varían según la ubicación en la que se encuentran los talleres; sin embargo, ningún valor le resulta favorable. “Los alquileres los encontramos desde 100 dólares y este monto no puede ser cubierto por los empresarios”, agregó.
La actual coyuntura del Perú y la pandemia han contribuido a reducir el mercado interno de las galerías de Gamarra, lo que ha traído como consecuencia que los productores textiles migren a distritos de Comas, San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador y otros para poder reactivarse.
Al darse dicho escenario, el otro efecto adicional es que alejan al público objetivo de visitar los talleres textiles, como también hacen que el alquiler sea mínimo.