El proyecto que pretende reemplazar los agroquímicos con la saponina de quinua, nació en las aulas de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). Orianne Bajalque y cuatro compañeros de la carrera de Agronomía presentaron la alternativa sostenible y menos dañina para quienes trabajan la tierra.
La beneficiaria de la Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación propuso a la saponina de quinua como una opción natural al uso excesivo de agroquímicos en el control de plagas y así no afectar a la salud ni al bolsillo de los agricultores.
“Nuestro equipo aspira a reducir al máximo el uso de insecticidas químicos para dar una alternativa sostenible. De esta manera, cuidamos la salud de los agricultores y el bienestar de nuestro suelo”, señala Orianne, de 22 años, hija de una maestra.
La universitaria contó que en su clase de agroecología escuchó sobre los beneficios que ofrece la saponina de quinua y, sin dudar más, con su equipo crearon el proyecto VI Bio Hackatón en su casa de estudio, donde quedó en el tercer lugar.
Luego, en el 2021, reforzaron la investigación con la ayuda de la doctora Luz Gómez, asesora de un círculo de estudios de la UNALM, quien les dio las herramientas necesarias para seguir con su trabajo, y el equipo se presentó al XI Concurso de Financiamiento de Proyectos de Investigación 2021 en su universidad, quedándose con el primer puesto en el concurso.
La joven talento aún sigue con su proyecto y cuenta con el apoyo de un asesor, el ingeniero Miguel Cruces, quien les enseña en la crianza de las larvas de tres especies distintas en la que se probará en la suponina como biocida que finalizará entre julio y agosto de este año.