En la misma zona donde un incendio los dejó sin hogar, la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo busca superar los daños de la pandemia y agasajar a más de 238 mujeres por el Día de la Madre. La primera comunidad nativa urbana del Perú aún vive en malas condiciones y se mantiene en pie con la artesanía; por eso, pide a la ciudadanía y al sector privado un apoyo con donaciones para que puedan celebrar como la mayoría de familias peruanas.
Para este domingo 8 de mayo tienen previsto preparar almuerzos típicos de la selva y sortear canastas paras las madres que viven en esta zona afectada por un incendio en noviembre del 2016. Y para que esto sea posible, la comunidad tiene como meta conseguir dos sacos de arroz, un saco de azúcar, 50 pollos y canastas de víveres. Este es el pedido que esperan pueda tener eco en la ciudadanía, debido a que sus trabajos diarios, en su mayoría informales, no les permiten costear con la totalidad.
“Las mamás sufren. La población aquí sobrevive, no es que estemos viviendo. Sobrevivimos frente a la crisis que nos golpea. A los padres y madres los han sacado de los trabajos y en sus horas libres hacen artesanía. Nuestra idea es darle un momento para que disfruten”, señala Augusto Valles Odicio, presidente de la Asociación de Vivienda de Shipibos en Lima (Avhsil).
Los shipibo-konibo esperan celebrar en comunidad en el mismo Cantagallo, lugar que tuvieron que abandonar y, luego, retornar al no cumplirse la promesa de las autoridades referida a la construcción de un complejo habitacional. “Estamos tratando de recuperar la confianza que se ha perdido entre todas las familias”.
Valles Odicio señala que las donaciones pueden entregarse en Cantagallo (Rímac) o, de ser necesario, ellos pueden acercarse a recogerlas. Para cualquier apoyo puede comunicarse al teléfono al 986 387 846. También se puede apoyar con la compra de sus artesanías.