La tarde del lunes 2 de mayo, al promediar las 6.00 p. m., la vivienda del empresario Javier Vargas, ubicada en San Juan de Lurigancho, empezó a arder en llamas. Este hecho no sería fortuito, sino que respondería a las constantes amenazas de las que estaba siendo víctima el dueño de una reconocida franquicia de cevicherías.
Uno de los mensajes que recibió Javier Vargas por parte de los extorsionadores, a través de WhatsApp, tiene fecha del 8 de abril: “Si me bloqueas o te resistes, comienzo a volar cabezas”, se lee. Estos textos estaban acompañados de un video donde se observaban armas de fuego y municiones.
El empresario reconoció, en declaraciones a La República, que viene recibiendo estas amenazas desde hace muchísimo tiempo. En esos momentos, no quiso denunciar a los extorsionadores; sin embargo, ahora teme por su seguridad y la de su familia.
“Hago un llamado a la policía para que se investigue hasta las últimas consecuencias, porque estamos expuestos todos. No voy a ceder a la delincuencia. Tengo principios, valores que mostrar a mis hijas y en defensa de eso voy a seguir difundiendo nuestro plato bandera que es el ceviche”, declaró después de constatar que el incendio había consumido el segundo piso de su vivienda. Afortunadamente, el siniestro no dejó víctimas mortales.
“Gracias a Dios no hubo daños personales, pero lo que queda es el daño emocional, psicológico porque realmente no sé cómo seguir día a día”, expresó.
Javier Vargas es un chef bastante reconocido en San Juan de Lurigancho debido a su labor como fundador y presidente de la Asociación de Restaurantes Marinos y Afines del Perú (ARMAP) que agrupa a cocineros, mozos, bartenders y empresarios que buscan promover la economía del sector gastronómico. Tras más de 30 años de trabajo, este empresario ha logrado consolidar la franquicia de cevicherías conocida como Piscis, que cuenta con locales en diferentes distritos de la ciudad.
Por otra parte, el empresario indicó que no va a ceder contra los extorsionadores. “No voy a pagar ningún chantaje, no voy a negociar porque ellos me invitan a un diálogo y no lo voy hacer como ustedes han visto en los mensajes”, afirmó.
El local que el empresario Javier Vargas inauguró en Huaral el último 24 de febrero también sufrió de un asalto. Fueron más de 12 personas que irrumpieron en el restaurante donde se encontraban ocho trabajadores laborando y procedieron a desmantelar el inmueble.
Vargas calcula que las pérdidas económicas de ese robo superan los 150.000 dólares.