Los comuneros de Fuerabamba, del distrito de Challhuahuacho en Apurímac, amenazan con empezar a construir sus viviendas en los terrenos de MMG Las Bambas, que antes les pertenecían. Pernoctan en carpas, a 200 metros de los yacimientos, en propiedad de la minera desde hace casi una semana.
El presidente de la comunidad, Edison Vargas, argumentó que tomaron posesión del sector de pastoreo Takiruta, dentro de la minera, porque los predios donde la minera los reasentó no tienen saneamiento físico legal. “Esos terrenos tienen problemas. Las comunidades de Chila y Choaquere nos han desalojado prácticamente y nosotros ahora hemos tomado posesión del antiguo Fuerabamba”, dijo a La República.
Fuerabamba vendió sus terrenos a Las Bambas en el 2014. A cambio, según Vargas, se pactaron 171 compromisos y 126 aún estarían pendientes.
El dirigente advirtió que si no se establecen acuerdos este miércoles a las 10.00 a.m. en la reunión con la comisión de la PCM y la minera en el sector de Takiruta, comenzarán a construir sus viviendas en la zona invadida. “Si la minera no cumple sus compromisos, nos sacarán muertos de acá. No vamos a dejar nuestras tierras, ya hemos tomado posesión”, enfatizó.
Sobre el comunicado de la minera del posible cierre de operaciones a partir de mañana, Vargas dijo no preocuparle. “Si Las Bambas quiere parar, parará nomas, no tenemos ningún problema”, apuntó Vargas, quien negó que sean antimineros.
Hay que precisar que, según el comunicado de la minera, no existen compromisos pendientes y que los comuneros de Fuerabamba. “La comunidad de Fuerabamba fue reasentada en una urbanización denominada Nueva Fuerabamba, la cual cuenta con moderna infraestructura, centro de salud, instituciones educativas, entre otros”, dice la empresa.