Alexander Flores
Teodulfo León, padre de dos menores y natural de Sicuani, capital de la provincia de Canchis, ubicada a 3 horas de la cuidad del Cusco, fue uno de los afectados por el paro acatado este jueves por controlares aéreos en todo el Perú.
Durante gran parte de la mañana, el aeropuerto Alejandro Velasco Astete estuvo cerrado; horas después y a pesar de que la medida fue levantada, la incertidumbre continuaba entre los pasajeros.
La República conversó con la familia León, que contó haber comprado pasajes con semanas de anticipación que costaron un total S/3.000, y estaban preocupados por no poder ingresar al terminal aéreo, con el riesgo de no llegar a la ciudad de Lima.
Luego de varias horas de espera, la empresa les comunicó que su vuelo había sido suspendido y tenían 3 meses para reprogramar la fecha.
La familia intentaba llegar a la capital para pasar las fiestas de Semana Santa con otros allegados, planes que fueron frustrados debido a la huelga del sindicato de controladores aéreos.
Teodulfo León y su familia tuvieron que retornar a Sicuani con sentimientos de resignación, debido a que no pudieron llegar a su destino. Así como ellos, cientos de personas de todo el país sufrieron las consecuencias de una paralización que, como en muchos casos, pudo evitarse.