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Sociedad

“Yo dije fin del mundo”: testimonio de mujer que vive a medio metro del deslizamiento en Pataz

Afectados piden ayuda de las autoridades, pues necesitan ropa y pañales para los menores damnificados. Señalan que niños son los más afectados psicológicamente por el derrumbe del cerro La Esperanza.

Profesora salía de su casa para trabajar cuando ocurrió el deslizamiento de tierra en Pataz. Foto: captura Canal N

En el pueblo de Retamas, Pataz, se han instalado más de 20 carpas por parte de Defensa Civil para las familias damnificadas. Antes estas estaban ubicadas en un colegio, pero al encontrarse cerca de la zona de la tragedia, era peligroso. Por ello, ahora están en una cancha sintética particular.

Una de las personas damnificadas estaba descansando cuando ocurrió el deslizamiento de tierra debido a que recién se había puesto la tercera dosis contra la COVID-19. “Yo estaba descansando en mi cama por motivos de tercera dosis y luego escucho que la gente estaba gritando. ‘Salgan’, decían. Mi hija se desesperó y los niños también”, contó a Canal N.

Su hija, quien está embarazada, y sus tres pequeños nietos asustaron ante lo que sucedía. Incluso, la señora cuenta que pensó que era el fin del mundo. “Yo dije: ‘Fin del mundo ya’. Sonaban horrible las calaminas”, detalló.

Piden ayuda para subsistir, pues no cuentan ropa ni pañales para los niños, ya que su casa se encuentra a solo medio metro del deslizamiento de tierra.

“Ahorita no tengo pañales, nada para mi hija, ropa tampoco. Todo lo que le ha sacado ya le he puesto y no hay siquiera dónde lavar”, señaló la madre gestante.

Asimismo, otra familia afectada fue la de la profesora del colegio Ricardo Palma. Ella iba camino al trabajo cuando sucedió el desastre natural. Cuenta que su hijo es el más afectado. “Mi hijito se desespera, quiere orar. Al momento de dormirnos también me dice: ‘Mamá hay que orar porque se vienen las piedras’. Los niños son los más afectados”, asegura.

Los damnificados piden ser reubicados a un lugar más seguro, pues temen por sus vidas. Además requieren ropa y algunos utensilios necesarios para los niños, como juguetes para que se distraigan de todo lo que ocurre a su alrededor.