Todas de humilde condición económica, vulnerables, algunas madres solas y otras con hogares a cargo. Así son las mujeres sobrevivientes de trata que fueron rescatadas de La Pampa, la peligrosa área amazónica creada por la minería ilegal en plena zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, en Madre de Dios.
La investigación de la organización dedicada a la explotación sexual comenzó con la fuga de dos jóvenes que habían sido captadas en una falsa agencia de empleos ubicada en Ate Vitarte.
La dueña y la cajera del negocio donde las víctimas se encontraban retenidas fueron arrestadas. También se ha identificado a otros sujetos que cumplían distintos roles dentro de la organización: seguridad, volanteros, organizadores y encargados.
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Todo comenzó la noche del 4 de febrero cuando Nelly A. denunció que su hija C. (18) había sido víctima de delito contra la dignidad humana (trata de personas) tras ser captada por una agencia de empleos de Ate para prestar servicios de cocinera en Puerto Maldonado.
Los captadores solventaron su pasaje aéreo y, al llegar a su destino, fue trasladada a La Pampa, en el kilómetro 108 de la carretera Interoceánica.
Sin embargo, Nelly recibió una llamada telefónica donde su hija, mientras lloraba, le pedía que la rescatara porque era víctima de explotación sexual. El hecho fue comunicado al doctor César Pérez, fiscal provincial contra la trata de personas de Madre de Dios.
El 6 de febrero, personal de la División de Investigación de Trata de Personas viajó a Puerto Maldonado con la misión de rescatar a C. (18).
Ese mismo día, los detectives confirmaron que la víctima había fugado del lugar donde estuvo retenida. Al ser ubicada, contó la pesadilla que vivió.
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Esa noche, en la plaza de Armas, habían visto a otra joven deambulando y solicitando ayuda económica para viajar a Lima. M. (26) fue ubicada y contó que había sido captada por una agencia de empleos, en Ate Vitarte, para desempeñarse como impulsadora de ventas en Puerto Maldonado.
A ella también le costearon el pasaje aéreo. Su sueño de tratar de salir adelante y ayudar en la economía de su hogar se convirtió en una terrible pesadilla.
Sin embargo, apenas llegó a esa ciudad fue trasladada a un prostíbulo clandestino ubicado en el centro poblado Alegría, a la altura del kilómetro 80 de la carretera Interoceánica (Puerto Maldonado-Iñapari), donde fue retenida, amenazada y explotada sexualmente. Por fortuna, logró escapar.
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El último lunes, con el apoyo de agentes del Areintrap, Escuadrón de Emergencia, Grupo Terna (pertenecientes a la XV Región PNP), personal DHS-HSI (Department of Homeland Security Investigation From USA) y representantes del Ministerio Público, los detectives de la División de Investigación de Trata de Personas se constituyeron a La Pampa (Inambari), donde se ejecutó un operativo de control de identidad en inmediaciones del Disco Bar, donde había estado retenida C. (18).
Se intervino a las trabajadoras DW. L. M. (26), M. K. Q. H. (26), E. L. S. M. (19), L. L. C. A. (33) y N. A. V. E. (19). as dos últimas se acogieron como víctimas de trata de personas permitiendo que Guicela Baca Muñoz (43), conocida como Jesica, y su hermana Mónica Baca Múñoz (28) fueran detenidas.
La primera era la propietaria y la otra la cajera del Disco bar, donde se incautó dinero en efectivo y dos celulares. Cinco clientes también fueron intervenidos, entre ellos Jeans Pierre Enrique Castro Moreno, un requisitoriado por delito de deserción contra el servicio de seguridad, solicitado por la Justicia Militar Policial de Lambayeque.
Si ha sido o conoce a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, puede comunicarse de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente.