Una erupción volcánica submarina en el Pacífico desató ayer el pánico en las islas Tonga, con un tsunami que provocó olas de 1,20 metros en Japón y generó alertas en la costa oeste de Estados Unidos, Chile y Ecuador.
En nuestro país, aunque se descartó la alerta de tsunami, dos mujeres fallecieron en la playa Naylamp, en Lambayeque.
Se trata de Heyner Luderits Quiroz Obligas (46 años) y Wendy Yesenia Altamirano Montenegro (23 años).
En Paracas el agua salió del litoral y se veía a la gente con algunas dificultades para caminar por la fuerza del mar.
El alcalde de Pisco, Juan Mendoza, indicó a RPP que 38 locales ubicados en la playa del Chaco fueron afectados por el agua del mar, que ingresó a restaurantes y provocó algunos daños materiales.
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Añadió que la situación aún persistía y afectaba, principalmente, las zonas de Pisco Playa, Paracas, San Andrés y Yumaque.
En la playa Los Yuyos las olas llegaron hasta el área de los boxes donde se encontraban las familias.
Mientras que en Agua Dulce, funcionarios ediles retiraron a los bañistas y familias que pasaban la tarde en el balneario de Chorrillos, por lo que la playa quedó completamente vacía.
”Se solicitó la evacuación inmediata de los bañistas en las playas de Chorrillos y Barranco”, confirmó el gobierno local.
En un comunicado oficial, la Municipalidad de Chorrillos precisó que la evacuación “se dio de manera segura y ordenada”, cumpliendo con “todos los protocolos de emergencia y Defensa Civil establecidos para actuar frentea una emergencia de esta naturaleza”.
”Pueden haber amplitudes de olas de 10 a 20 centímetros, eso se monitorea lo largo de la costa”, advirtió la jefa del Centro Nacional de Alerta de Tsunami, Lorena Márquez Ísmodes.
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No obstante, en entrevista concedida a Canal N descartó una alarma como la que sí se activaron en los países vecinos.
”No existe una alerta de tsunami (...). Ese impacto ha viajado a lo largo del océano Pacífico, pero no hay que alarmar a la población”, afirmó.
Igualmente, explicó porqué en Chile sí hubo alerta de precaución y en Perú no. “Ellos tienen unas amplitudes de onda entre 20 y 30 centímetros, la onda (en esa nación) puede llegar a arribar de una forma distinta a la de nosotros”.
Por su parte, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) comunicó que se produjeron oleajes en el litoral de Ica.
Según lo informado por la Dirección Desconcentrada del Indeci del departamento, no se reportaron daños. Sin embargo, “las autoridades competentes continúan monitoreando las zonas vulnerables a lo largo de toda la costa del país”, añadió.
A través de imágenes tomadas desde el espacio, se pudo observar el momento en que la última erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai envió un hongo de humo y ceniza al aire y una onda expansiva a través del mar circundante.
En Tonga, los habitantes huían hacia las alturas.
La Oficina de Meteorología de Australia señaló que se había observado una ola de 1,2 metros en Nuku’alofa, la capital de las islas Tonga.
Las consecuencias de la erupción llegaron hasta Japón, donde las autoridades informaron de una ola de 1,2 metros en la remota isla de Amami y un tsunami de menor amplitud en otras partes del litoral. De igual forma, advirtieron de posibles olas de hasta tres metros.
También se emitieron advertencias similares en Nueva Zelanda, Fiyi, Vanuatu, Samoa Americana, Australia y Chile, donde la Oficina Nacional de Emergencia alertó sobre la posibilidad de que un “tsunami menor” llegase a la Isla de Pascua y parte de la costa continental.
A lo largo del día, miles de personas que disfrutaban en las playas de Chile durante el verano austral fueron alertadas con el sonido en sus teléfonos de una estridente alerta de tsunami. Las playas de todas las regiones desde la frontera norte con Perú hasta el extremo sur fueron evacuadas.
Desde la mañana se registró una variación en la altura del oleaje de entre 30 centímetros y un metro.
Las autoridades de Ecuador también emitieron una advertencia de tsunami para la costa continental del país al tiempo que vigilaban las variaciones del nivel del mar en las islas Galápagos.
En Australia, las autoridades manifestaron que una parte de la costa, incluyendo Sidney, podía ser golpeada por las olas. También se aconsejó a los habitantes de los alrededores del estado de Nueva Gales del Sur que “salieran del agua y se alejaran de la orilla”.