La principal solución para contar con gas económicamente accesible a nivel nacional se encuentra en la necesaria distribución de Gas Natural. El recurso existe, y el Perú es uno de los países con mayores cantidades de reservas; sin embargo, la demanda e infraestructura no permite que el acceso a este gas sea una realidad y de manera masiva.
La producción de Gas Natural es mayor que la demanda local, pero solo una parte de la producción se vende al mercado interno, una se exporta y otra se reinyecta (devolución al pozo), por el desfavorable panorama del mercado. Por esa razón que la solución a esta problemática radica en la masificación de este recurso, a través de un adecuado presupuesto que permita una implementación segura, eficiente y pronta.
El gas utilizado en la gran mayoría de hogares peruanos es el Gas Licuado de Petróleo (GLP), caracterizado por una crítica dirigida a su elevado costo, fuera del alcance y control de Camisea. La composición del costo final de estos balones de gas se da por Camisea (40%), logística y distribución (27.7%) e impuestos y regalías (31.8%); lo que se reduciría de manera considerable al emplear Gas Natural, uno de los más baratos del mundo y con abundancia en el país.
Nuevamente, lo que realmente produce el Perú es el Gas Natural y cuesta menos de la mitad del precio del balón de GLP, pero aún persiste una complicada situación en cuanto a su distribución y consumo. Es así que, Consorcio Camisea, además de generar puestos de trabajo e implementar programas socioambientales, ha diseñado y ejecutado diversas iniciativas que aportan a la masificación del Gas Natural.
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