Según el último reporte del Centro Emergencia Mujer (CEM), al mes de octubre, en un 64% de las denuncias por violencia sexual que se realizan en la región de Piura las víctimas son niñas y adolescentes con edades entre los 0 y 17 años. Yendo a detalle, son 412 menores que han reportado haber sido violentadas, mientras que otras 189 mujeres adultas con edades entre los 18 y 59 años también han denunciado. Esta problemática también afecta a los varones menores de edad, aunque en menor medida. De este grupo, se han registrado 33 denuncias hasta el décimo mes.
Milagros Mendoza, representante de la ONG Centro Ideas, indicó que es importante analizar la información de modo desagregado para así identificar las zonas donde se agrupa el mayor número de casos e implementar acciones.
“En el caso de la violencia sexual contra niñas y adolescentes, según la información publicada, el mayor número de denuncias se ha dado en el CEM de Santa Julia, ubicado en la provincia de Piura, con 40 casos. Le sigue el CEM de Talara, con 30 denuncias, y el de Huancabamba con 28″, apuntó Mendoza.
Asimismo, manifestó que el aumento de denuncias, tanto de violencia sexual como física y psicológica, en la región durante los últimos años guardaría relación con una mayor consciencia de sus derechos por parte de las mujeres. Sin embargo, resaltó que aún existe un buen grupo que no denuncia y no está representado en las cifras actuales.
“Lo ideal sería contar con un CEM en cada uno de los 65 distritos de la región, pero eso es muy difícil, por lo que todos los actores que participan en la prevención y sanción de la violencia deben coordinar acciones conjuntas para reducir los casos de abuso sexual en menores”, señaló la representante de Centro Ideas.
En esa línea, añadió que la ley especifica que resulta necesario que el Ministerio Público, la Policía, los CEM y los profesionales de los sectores de salud y educación coordinen acciones para identificar y evitar la violencia sexual en menores de edad. No obstante, apunta a que no se vienen tomando estas medidas y se evidencia esfuerzos desarticulados que, en varios casos, impacta de forma negativa en las denunciantes. También agregó que es esencial la participación de la comunidad y otras figuras de autoridad, como las rondas campesinas.
Por otro lado, Milagros Mendoza puntualizó que se debe dar a conocer la cifra de las víctimas de violencia sexual, física o psicológica que continúan con el proceso de denuncia, ya que solo así se podrá conocer si llega a una condena contra el agresor o si la víctima obtiene algún tipo de reparación.
Cabe señalar que, según el CEM, al mes de septiembre, cada 24 horas se denunciaban dos casos de violencia sexual en la región.
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Si conoce a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con especialistas en soporte emocional y legal.