Carlos Augusto Trelles Velásquez (43) es una de las nuevas víctimas del robo cibernético. Ahora, los delincuentes aplicaron una nueva modalidad de asalto que consiste en solicitar un nuevo chip de celular a la empresa de telefonía con el nombre de la persona y de ahí, conseguir información del titular de la línea. Bajo esta fachada, los criminales le robaron 20.000 soles de sus cuentas bancarias.
Para las cámaras de Latina, el afectado relató que los criminales pidieron una nueva línea telefónica a Movistar a su nombre y bloquearon las otras. “Primero, me entero a través del correo electrónico que yo solicité la reposición de un chip con una línea que yo tengo hace 10 años. Eso yo no solicité”, mencionó.
Con este nuevo chip, los criminales accedieron a la información de Trelles y, en ese momento, solicitaron la contraseña a su banco afiliado a través de la página web. Tras ello, los hampones recibieron un código de celular para acceder a las cuentas bancarias en Saga Falabella y empezar con el robo.
“Hicieron un retiro de cinco rapicash de 5.000, 1.500, 3.000 y más hasta que gastaron el tope de 18.700 soles de mi tarjeta de crédito. Luego, entraron a mi cuenta de débito para la parte de compras internacionales y lo hicieron por un monto de 20.000 soles”, agregó.
Si bien el hombre realizó su denuncia a la División de Alta Tecnología de la Policía Nacional del Perú (PNP), la víctima indicó que nuevamente solicitaron una nueva línea prepago a su nombre. Carlos Trelles decidió añadir el celular y observó que el delincuente se hacía pasar por él al encontrar que tenía una foto de perfil de WhatsApp con este nuevo número.
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El hombre hizo una nueva denuncia a INDECOPI para que se tome en cuenta el caso, ya que las empresas telefónicas deberían tener un protocolo para la entrega de chips. “Sin ningún cuidado al cliente, la empresa (Movistar) está emitiendo chips sin controles y que está estipulado por Ley”, señaló.
Denuncia policial. Foto: cortesía
Por el momento, Trelles continúa en incertidumbre y deberá pagar su primera cuota por un dinero que nunca usó. Las investigaciones continúan en la Depincri Jesús María-Lince.