Con información de María Pía Ponce / URPI-LR
Un grupo de vecinos de Independencia, cansados de la inseguridad ciudadana, se juntaron y compraron ocho cámaras de videovigilancia, las cuales han sido colocadas en lugares estratégicos que ayuden a identificar a los delincuentes que arriben a la zona.
Sin embargo, esta acción poco o nada ha hecho para que los asaltos a mano armada disminuyan en la avenida Niño Mártires, denunciaron los residentes.
Según detallaron, el último hurto ocurrió el sábado 28 de agosto. A plena luz del día, dos hampones interceptaron a dos trabajadores de Calidda a fin de arrebatarle todas sus pertenencias. Uno de los malhechores los amenazó con un arma de fuego, mientras que el otro esperaba atento en una moto lineal para emprender la fuga.
“Haciendo actividades tras actividades es que se ha logrado poner las cámaras de seguridad para el bienestar de toda nuestra comunidad. Ahora, lo que queremos es el apoyo de nuestro alcalde”, lamentó Toño Sosa Mejía, presidente de la junta vecinal.
El hombre detalló que, además de las cámaras de seguridad, también se han organizado para rondar la zona todos los días desde las 10.00 p. m. Indicó que llevan más de un año con estas actividades.
No obstante, los residentes también exigieron que la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Serenazgo del distrito se apersonen a la avenida Niño Mártires para que apoyen en la vigilancia. En los últimos días, representantes de la Municipalidad Distrital de Independencia ya se han comunicado con ellos para coordinar y trabajar en conjunto.
“Tienen que pasar estas cosas para que las autoridades puedan actuar. Ahora se han comprometido a estar más unidos a nosotros. También nos han dicho que en el transcurso del día nuestras cámaras serán unidas a su unidad de videovigilancia”, finalizó Toño Sosa Mejía.