Aún en medio de las limitaciones materiales, los hombres de rojo se esfuerzan cada día para atender las emergencias de las ciudades. No obstante, un grupo de personas continúa sin respetar su labor.
El capitán Jorge Díaz Pasco sostuvo que la Compañía de Bomberos Voluntarios Salvadora Chiclayo 27 recibe al día un promedio de 20 a 30 llamadas falsas, lo que muchas veces genera retrasos ante un verdadero suceso.
“Algunas personas llaman, se quedan calladas y cortan. En otros casos solo llaman para molestar, pero también se han registrado situaciones en donde señalan que ha ocurrido un accidente o incendio, aunque —cuando se constata a las fuentes— identificamos que no es cierto”, expresó.
En ese sentido, invocó a la población a tomar conciencia y a no realizar llamadas malintencionadas. Asimismo, resaltó que los voluntarios están atentos a este tipo de acontecimientos para evitar falsas alarmas.
En tanto, el presidente de la Comisión de Gestión de Riesgo de Desastres del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Carlos Balarezo Mesones, manifestó que —de acuerdo a la Ley N.º 29924— a las personas que cometen estas acciones se les multa y suspende el servicio de telefonía.
Sin embargo, agregó que también el Ministerio Público debe actuar de oficio para determinar si hay una responsabilidad penal, como sucede en otros países.
“Esta situación también se presenta en la Policía Nacional del Perú (PNP), pero son las compañías de bomberos las más afectadas porque muchas veces sus unidades vehiculares están en mal estado, no cuentan con gasolina o el recurso humano es escaso”, acotó.
La norma sanciona con el 2,5% de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) a los responsables de llamadas falsas o acosadoras, lo que equivale actualmente a S/ 91,25. Si hay reincidencia, la multa será el doble y la tercera vez acarreará la suspensión de la línea al servicio de llamadas de emergencia.
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