Desde horas de la mañana del domingo 11 de abril, el ausentismo en el proceso electoral se manifestó con la inasistencia de miembros de mesa en los locales de votación, lo que perjudicó principalmente a los adultos mayores que fueron citados desde las 7.00 a. m. a las 9.00 a. m., según el horario escalonado que propuso la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
De igual manera, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) dispuso otorgar una dispensa a los ciudadanos que no acudieron a sufragar por encontrarse batallando contra la COVID-19, estar hospitalizadas o padecer de alguna enfermedad crónica o comorbilidad.
Al 95,842% de actas procesadas por la ONPE, se conoce que 6 568 489 peruanos no asistieron a las urnas. Esta cantidad supone un aumento de más del 50% del ausentismo registrado en los comicios generales de 2016 (4 167 824).
Foto: captura/ONPE
Mientras que los ausentes en la primera vuelta del 2016 representaban el 18,20% de los electores hábiles de ese año (22 901 954), los peruanos que no votaron el último domingo conforman el 28,315% de la población habilitada para ejercer el sufragio.
Foto: captura/ONPE
La ciudad que contabilizó más faltas fue Lima con 1 987 720 inasistencias, 96,55% más que lo reportado en la contienda de 2016 (1 011 320) donde la ciudadanía eligió una segunda vuelta entre la lideresa de Fuerza Popular e investigada por presuntamente cometer delitos como crimen organizado y lavado de activos, Keiko Fujimori, y el exmandatario también investigado por el caso Lava Jato, Pedro Pablo Kuczynski.
Por otro lado, los votos nulos y en blanco en este proceso electoral sumaron 2 922 915; por lo tanto, no superaron a los 3 393 987 de las Elecciones Generales del 2016.