Los altos contagios que se registran en la segunda ola de la pandemia en Trujillo evidencian cómo cientos de personas intentan recargar sus balones de oxígeno y así poder salvar la vida a sus familiares contagiados del coronavirus.
Las historias de la primera ola de la COVID-19 se repiten en la actualidad, donde las personas pasan día y noche en la Plaza de Armas de Trujillo mientras buscan poder acceder al oxígeno.
Se pueden observar filas y filas de balones de diferentes tamaños, que son la esperanza de pacientes que aguardan en sus hogares a la espera de contar con este vital elemento. La ciudadanía reconoce el accionar de la Municipalidad Provincial de Trujillo, que ha logrado poner a disposición hasta dos plantas para dar solución a la alta demanda de recargas que tienen a diario.
“No nos queda otra cosa que permanecer aquí, hasta por varios días con el fin de poder conseguir llenar nuestros balones. Tengo a mi madre en casa que está muy delicada. No tenemos los recursos para poder comprar y está demasiado caro en los privados. Ella tiene 82 años y estamos luchando contra este virus”, señaló a La República una mujer que ve cómo avanza lentamente su turno de recarga.