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Sociedad

Paciente COVID-19: “somos muy confiados y pensamos que no nos pasará nada”

Testimonio de Pedro Noguera Prado. Estuvo internado 40 días en UCI y cuenta que al principio no tenía ningún síntoma. Su recuperación tardará por lo menos dos meses debido a la secuelas.

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Sano. Pedro luchó 40 días en UCI. Foto: Cortesía

Ingresé el 16 de diciembre al hospital caminando con mi mochila, como si no tuviera nada. Me sacaron la prueba, me dijeron que era positivo, me enviaron a la habitación 124 y de ahí ya no recuerdo más.

No sentía ningún síntoma, estaba haciendo mi vida normal, solo que me dio un mareo y por eso me saqué la prueba. Pienso que pude haber contraído el virus en la calle caminando, soy demasiado minucioso en mi cuidado, no dejo pasar nada, tenía alcohol en gel en mi vehículo, en mi habitación, usaba mascarilla hecha en casa, no concurría a reuniones, pero me contagié.

Mi situación de salud se complicó, luego de hospitalizarme, fue como una revolución en mi cuerpo. Tanto así que me tuvieron que inducir a la respiración artificial. Solo recuerdo el primer día que entré a UCI y de ahí nada, hasta que desperté el 30 de enero.

Lo que me sorprende es que yo firmé la autorización para que me intuben, pero ni siquiera lo recuerdo.

Los médicos me contaron eso porque si esperaban a que mi familia lo autorizara, yo ya me iba (morir). Los médicos dicen que soy un guerrero porque nadie podría soportar lo que yo soporté, estuvo 40 días en la UCI y es increíble que haya salido vivo. Me estoy recuperando rápidamente, son 8 días que estoy fuera de la UCI, ya puedo dar pasos y pasar alimentos, aunque me agitó aún.

Como no había camas UCI y yo tengo 65 años y mi situación era crítica, pensaron en darle mi cama a más jóvenes, pero luchaba conmigo mismo, me imponía y logré vencer el coronavirus.

Cuando desperté, fue como una fantasía, parecía un sueño.

Paulatinamente he vuelto a la realidad y vine recuperándome. Ha sido muy difícil, no le deseo a nadie esto, es demasiado triste. Mi familia me ha llorado, porque estaba al borde de la muerte, mis amigos hicieron cadenas de oración, mis parientes misas virtuales. La fe en el señor y la Virgen de Chapi han hecho que yo pueda recuperarme para que yo pueda dar mi testimonio. Somos demasiado confiados y pensamos que no nos va a pasar nada.

Yo subí en el 2017 al volcán Misti en una competencia internacional, mantengo un físico y creo que eso ha jugado un papel importante en mi recuperación.

Tengo secuelas, no tengo estabilidad, me ha afectado al pulmón y riñón, no puedo comer mucho, mi estómago se ha reducido como si fuera un bebé. Poco a poco va a ir asimilando y llegará el momento en que pueda comer la cantidad que debo ingerir, he bajado 20 kilos. Mi recuperación va a tardar por lo menos dos meses.

Las personas se deben cuidar, lleven una alimentación sana, una vida ordenada y hay que darle prioridad a la familia porque el día que cerremos los ojos, no nos llevaremos ni una aguja. Pido a la comunidad a que se dediquen a darle tiempo a la familia y cuidarlos.