En medio de la noche, una patrulla de la Policía de Fronteras del Perú divisó a siete personas caminando cerca a la línea férrea en Tacna, cruzando el desierto para dirigirse a territorio chileno. Se trataba de seis adultos y un niño. La Policía los interrogó, cuestionando por qué intentaban cruzar la frontera de una forma irregular, y un joven varón respondió: Por la situación que está viviendo nuestro país. Necesitamos enviar dinero a nuestras familias que no han comido nada.
Esa intervención ocurrió el 17 de diciembre de 2020. Las siete personas fueron conminados a volver a la ciudad de Tacna. De acuerdo a información de la Policía, entre el 25 de noviembre del 2020 y 09 de enero de este año, se realizaron nueve intervenciones a extranjeros en la frontera, en su mayoría venezolanos. En suma, en ese lapso, se encontró 35 personas intentando salir de Tacna e ingresar a Arica (Chile).
Las fronteras terrestres de ambos países están cerradas a causa de la pandemia de la COVID-19, desde el 16 de marzo. La última intervención en la frontera ocurrió el 9 de enero, a la altura de las vías del tren, nueve ciudadanos haitianos adultos y jóvenes caminaban por la pampa. Uno de ellos era un niño de 03 años. Los haitianos dijeron que ibanb a Chile a trabajar.
A mediados del 2020, el joven venezolano Willian V. trató también de llegar a Chile cruzando el desierto tacneño sin éxito. Caminó seis durante la noche, siguiendo la ruta de la vía férrea que conecta a Tacna con Arica. Fue también visto por la Policía y retornado a Tacna. Entonces decidió ir hacia Bolivia y ahí pasar a Chile. Lo logró y hoy se encuentra en Santiago.
“Cuando cruzas de Tacna a Arica, todo es desierto y solo te guías por los rieles pero si está la Policía tienes que meterte más hacia adentro. Ahí pierdes tu guía, te asustas y es peor si vas con niños. Hay hambre, sed. Es duro “, relató Willian.
El Coordinador del Consejo de Residentes Venezolanos de Tacna, Gabriel Di Andrea, estimó que residen en Tacna entre 2 000 y 3000 compatriotas suyos. Muchos han decidido abandonar el Perú, ir a Chile o volver a Venezuela. Una de las causas es el desempleo o las condiciones laborales que no les permiten obtener dinero suficiente para sobrevivir o ahorrar.
La Organización Internacional para las Migraciones publicó en setiembre de 2019 los resultados del monitoreo de flujo de población venezolana en el Perú. En Tacna se entrevistó a 619 personas que se encontraban a las afueras del Consulado General de Chile. De ellos el 99,4% indicó tener como meta llegar a Chile y el 56,2% tenía la ciudad de Santiago como destino final.
Respecto a las preguntas sobre riesgos laborales durante su ruta, el 44,9% de extranjeros afirmó haber trabajado en algún momento durante su viaje. El 31,2% de personas no tuvo inconvenientes y recibió el pago acordado con su empleador; sin embargo, un 11,8% recibió menos del pago prometido y un 1,9% no recibió ningún pago por su trabajo.
Gabriel Di Andrea comentó que durante la pandemia muchos de sus compatriotas quedaron desempleados y sin el pago que les correspondía por el último mes de trabajo.
Otro de los problemas son los obstáculos que tiene un profesional venezolano para ejercer su carrera. Aunque en Lima hay ayuda de parte de organizaciones no gubernamentales hacia sus compatriotas que buscan hacer valer sus títulos profesionales, en el resto de regiones el tema es poco conocido por las empresas o instituciones.
Los venezolanos que lograron llegar a Chile, han relatado tener mayores facilidades para desempeñarse como profesionales, jornadas laborales que se ajustan a la ley y la paga es superior a lo que podrían obtener en el Perú. Eso sí, el costo de vida es más alto pero en grupos familiares grandes o de amigos, comparten gastos de vivienda y alimentación y hacen más llevadera la situación. Además les permite ahorrar y enviar dinero a sus parientes en Venezuela.
Respecto a la situación en la frontera, el jefe de la Macro Región Policial Tacna-Moquegua, Segundo Mejía, sostuvo que solicitó a la Dirección Nacional de Seguridad del Estado, un plan de operaciones para trabajar en coordinación con Interpol y Policía Chilena.