El tercer día de las protestas fue contundente en todo el Perú. Como si fuera un solo grito de rechazo, en los distritos, provincias, en el centro limeño, miles de jóvenes, le dijeron ¡no! a Manuel Merino y a los congresistas que lo llevaron al poder. “Se metieron con la generación equivocada”, clamaban, desafiantes.
El escenario capitalino no parecía el de una ciudad donde iba a jurar un nuevo gabinete ministerial. En otras circunstancias significaba un cambio que daba esperanzas. Pero esta vez fue todo lo contrario.
Lima lucía cercada.
El Centro Histórico estaba rodeado de rejas, de policías, de efectivos terna revisando mochilas a jóvenes, de largas columnas de adolescentes y adultos, familias completas, hombres y mujeres que llegaban por el Campo de Marte, la avenida Tacna, la avenida Arequipa, hacia la plaza San Martín.
Todos en las calles rechazaban una forma de hacer política: la de confabularse arteramente para llegar al Gobierno.
Desde las 3 de la tarde, se congregaron colectivos de jóvenes, representantes de grupos distritales, largas columnas de grupos como Las Zonas (que participaron en anteriores manifestaciones anticorrupción).
Todos con máscaras, con pancartas en las que repudiaban a las mafias políticas, criticaban a Merino, Edgar Alarcón, Ántero Flores-Aráoz. Con zampoñas, con quenas, con bombos... Y coreando “no tenemos presidente”, “ni Merino ni Vizcarra”, “no al usurpador”.
Grupos de artistas se juntaron en la plaza Francia. También llegaron estudiantes de la Universidad de San Marcos, PUCP, la U. Ruiz de Montoya, la UNI, los estudiantes de San Fernando con mandiles blancos, arengando ¡gobierno golpista!
“Yo marcho por la democracia, después del montesinismo regresar a esto es una vergüenza. Les decimos a los que están con Merino que no nos representan. Armaron un golpe de Estado”, dijo una joven indignada.
Las calles les respondían al nuevo ministro Fernando D’Alessio, quien dijo que la marcha nacional “está organizada por el Movadef”, y a la congresista Martha Chávez, quien en su conocido estilo pidió “mano dura” contra los manifestantes, pensando atemorizarlos.
Miles les respondieron, con entusiasmo y con banderolas rojiblancas, con polos que los propios jóvenes alistaron para la ocasión. En la plaza San Martín, los jóvenes llamaron a no dejarse utilizar por nadie. Por eso, apenas llegó el controvertido Richard Cisneros fue expulsado. Le arrojaron botellas de plástico, agua, por lo que fue a refugiarse con su camiseta rojiblanca a un local de comida.
“He venido con mis amigos, vengo desde San Martín de Porres; rechazo el golpe de Estado de Merino y sus compinches”, indicó un joven con mascarilla negra. “Sepan que no nos vamos a cansar, somos millones y estamos hartos”, respondió otra adolescente. “Los jóvenes van a seguir saliendo a las calles, hasta que Merino salga de un poder que ha usurpado”, alcanzó a decir Indira Huilca.
Por la noche, varios manifestantes por Lampa y el parque Universitario recibieron andanadas de gases lacrimógenos y gases pimientas de los policías. Los manifestantes incluso dijeron que les fueron lanzadas de un helicóptero. También les lanzaban perdigones. Una vez más, efectivos terna se mezclaron en la marcha, muchos de ellos fueron señalados por los que protestaban. Por la noche el ministro del Interior, Gastón Rodríguez, del gobierno usurpador, negó el uso de helicópteros para lanzar gases y la presencia de los ternas.
En las redes sociales, en cambio, sí mostraron fotos de los ternas. También mostraron mensajes de ‘héroes’ de la salud apoyando la marcha con mandiles. Y marchas en Surco, Los Olivos, San Miguel, Magdalena, San Borja y otros distritos. En ataúdes de cartón también llevaron el cadáver de Acción Popular, Fuerza Popular, UPP, etc.
Igual que en toda Lima, en las regiones las manifestaciones se multiplicaban contra el gobierno de facto de Merino, pidiéndole su renuncia.
Una de las delegadas, Anyela Ranilla (32), refirió que desde el lunes empezaron a organizarse. Afónica, enfatizó en que las protestas contra Merino seguirán. No descartan hacer vigilias.
En Tacna, fueron alrededor de cinco mil personas, en su mayoría jóvenes, quienes marcharon ayer por las céntricas calles hasta llegar al Paseo Cívico. Partieron de la plaza Zela a las 6 de la tarde con presencia masiva.
En Pasco, también se movilizaron en contra del Congreso desde las 4:30 p.m. Se concentraron pese al intenso frío en la plaza Daniel Alcides Carrión pidiendo que Merino y el Congreso se vayan a sus casas.
Por el norte, Lambayeque y La Libertad volvieron a salir a las calles para protestar contra el golpe de Estado. La convocatoria reunió a ciudadanos de todas las edades, pero siempre liderados por el pundonor de los jóvenes.
En Lambayeque, el epicentro de la convocatoria fue la plazuela Elías Aguirre de la ciudad de Chiclayo. Desde allí, la enorme marcha fue por las avenidas Grau, Bolognesi, Balta y otras hasta llegar al parque principal. Los asistentes decían que no habían visto una protesta similar.
En Trujillo, por cuarto día consecutivo, la protesta reunió a cientos de personas que marcharon hasta la plazuela El Recreo para dar inicio a una manifestación pacífica. “Congreso, no nos representas”, “AP, APP, FP, nunca más” fueron algunos de los mensajes de los cientos de carteles que se atisbaban por las calles de la ciudad.
En Piura, miles de personas marcharon en diferentes puntos de la ciudad, como la plaza de Armas, parque infantil y la plazuela Merino, con carteles alusivos al rechazo a la vacancia contra Martín Vizcarra.
La multitud recorrió las principales calles de la ciudad, Castilla y Veintiséis de Octubre, expresando también su rechazo a Manuel Merino. En las arengas con banderolas y gritos también tuvieron palabras de rechazo contra la gestión del alcalde Juan José Díaz Dios.
En Iquitos, también hubo una marcha nutrida, con una gran bandera peruana delante de todos, ¡Congreso, escucha la protesta!, pregonaban.
En Áncash, en el distrito de Nuevo Chimbote, cientos de personas entonaban ¡vamos carajo, el pueblo no se rinde carajo! “No te metas con la educación”, se leía en una pancarta.
En Tarapoto, un amplio grupo de adultos mayores recorrieron la plaza principal: “Abuelas en resistencia”, se leía.
En Tacna, encabezados por los estudiantes de la U. Jorge Basadre, rechazaban a Merino y compañía, a quienes no reconocían en la presidencia.
Fue, sin duda, una de las manifestaciones sociales más grandes de los últimos tiempos. Colectivos de jóvenes, feministas, universitarios, grupos barriales, adultos mayores, se manifestaron y prometieron continuar contra lo que calificaron “mafia política” en el país.
Gabriel Gómez, joven manifestante
“Merino es una persona que hace lo que quiere en el país junto con el Congreso. El Perú está en una crisis y con este gabinete el país se va a hundir, pero el pueblo está aquí para evitarlo”.
Maritza Castillo, joven manifestante
“Estoy indignada por lo que pasa en el país. Por eso, las marchas son necesarias, se consiguen, Chile lo ha conseguido. Los jóvenes no nos vamos a detener en nuestras protestas contra Merino”.
Roger Irigoyín Flores, joven manifestante
“Ante Merino y el Congreso no creo que debamos quedarnos en casa. Me da temor la pandemia, pero más temor los políticos. Los grupos de poder hacen cosas que perjudican al pueblo”.
Miguel Curo González, joven manifestante
“Mi generación está indignada con tanta corrupción. En parte me siento muy bien por ver a tantos jóvenes reclamar ante lo sucedido, ante Merino. Vamos por nuevas elecciones”.
En la plaza San Martín no cabía más gente incluso horas antes de la hora anunciada para la concentración. Por la noche, la policía actuó con una dureza incomprensible. Los manifestantes aseguraron, pese a ello, que seguirán protestando contra Merino.