Los vecinos de un barrio en San Martín de Porres denunciaron que uno de los residentes asesinó al perro guardián de la zona. El propio detenido admitió su culpa; sin embargo, no ha sido detenido por las autoridades.
Una de las vecinas, identificada como Yessenia, relató para 24 Horas que el can, al que bautizaron como Beto, fue rescatado de la calle luego de ser abandonado. Los habitantes decidieron adoptarlo como el protector de la cuadra 24 del jirón Chaco y se turnaban para darle de comer o llevarlo a la veterinaria.
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Asegura que ha salvado a varios de los vecinos de asaltos en esta calle, y lo describieron como juguetón, sobre todo, con otros perritos o con los menores hijos de quienes habitan en las viviendas de la zona.
Sin embargo, el último fin de semana notaron que el can desapareció misteriosamente. Durante su búsqueda, una de las vecinas aseguró haber escuchado el sollozo de un perro, lo que los llevó a una de las casas de la cuadra, en donde se dio el penoso hallazgo.
El inquilino, identificado como Jesús Albert Asín Donayre, intentó impedir el ingreso de Yessenia, quien debió acudir acompañada de efectivos policiales para finalmente entrar por la fuerza. Allí, encontró al perro fallecido dentro de una bolsa y con ocho cortes de cuchillo en su cuerpo.
Asín Donayre, quien era el anterior dueño de Beto, admitió su culpa y alegó que el animal había mordido a niños, hecho que fue negado por los ciudadanos. El sujeto fue puesto a disposición de las autoridades; no obstante, recuperó su libertad.
Yessenia denunció, además, que el fiscal de la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de Condevilla, Sergio Arroyo Loayza, no permitió que su abogado participe de las diligencias, pero ella y los residentes todavía luchan para que el asesino cumpla condena por el crimen contra Beto.
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