Juan Carlos Soto
Edward vive en el distrito arequipeño de Cerro Colorado. Hace año y medio, en su casa , le instalaron una conexión de gas natural. Por la cuota de instalación y consumo paga 19 soles al mes, casi la mitad de lo que cuesta un balón de gas licuado de petróleo. Un alivio para su bolsillo.
Sin embargo, lo que se viene para Edwar y los más de 12 847 usuarios de Arequipa, Moquegua y Tacna es incertidumbre. Naturgy Perú, la empresa proveedora del servicio, canceló el contrato de concesión para retirarse de la operación.
El especialista Antonio Gamero Márquez, opina que el retiro de Naturgy es una mala noticia que reciben las ciudades del sur.
No solo crea incertidumbre en los beneficiarios actuales, también corta las aspiraciones de las familias a este combustible barato. Hasta el 2025, Energy debía instalar 60 mil conexiones domiciliarias.
En un comunicado, la empresa justifica la medida por desacuerdos con el Estado desde el inicio de la concesión en 2015. Advierten una falta de coherencia en la política de masificación de gas natural. Eso devino en varios problemas. Naturgy invirtió más de 108 millones de dólares en plantas de regasificación y redes subterráneas para conducir el gas en las tres ciudades citadas. Sin embargo, no hubo oferta de gas. La promesa del gobierno nacional era construir el gasoducto sur peruano para transportarlo desde los pozos de Camisea en Cusco. Empero, la obra está paralizada en forma indefinida. Naturgy intentó cubrir su demanda con envíos de la planta de Melchorita en Lima. Así cubrían el consumo de las viviendas y uso industrial. Pero no pudo competir con otros operadores que traían el gas a precios más bajos. Los costos de Naturgy, opina Gamero Márquez, era altos porque tenía toda una infraestructura montada, además debía atender el consumo domiciliario.
En noviembre del año pasado, Naturgy Perú inició un trato directo con el Estado para lograr una solución a los problemas de la concesión y hacer viable la distribución de gas natural. No hubo acuerdo.
En mayo pasado, la empresa ya tenía problemas económicos. Por eso inició un procedimiento concursal ante INDECOPI.
Gerardo Gómez, gerente general de la empresa, reitera que se buscó una solución con el gobierno actual para continuar con la operación.Las condiciones eran complicadas hace dos años y se agravaron durante el estado de emergencia, precisó Gómez.
El ejecutivo advierte que la falta de una política nacional de masificación del gas natural perjudica al país. Desincentiva la descentralización industrial y concentra la actividad económica en Lima, eso impide la creación de fuentes de empleos en las regiones. En otras palabras, muchas empresas surgidas en regiones prefieren irse a Lima porque ahí encontrarán gas barato.
Para el funcionario de Naturgy el Estado incumplió con normas regulatorias para hacer viable la concesión.
Naturgy espera reunirse con el ministro de Energía y Minas para buscar medidas que permitan a la empresa una salida ordenada.
La República intentó comunicarse con el Ministerio de Energía y Minas para conocer su versión sobre lo decidido por Naturgy Perú. No hubo respuesta.
Quedan varias interrogantes sin resolver. ¿Quién atenderá a los usuarios que accedieron a una conexión de gas en estas ciudades? También podrían verse perjudicados quienes trabajan para la concesión. Por eso es fundamental que el Estado intervenga de manera inmediata y garantice el servicio.
La empresa ya anunció su deseo de ir a un arbitraje para resolver las controversias con el Estado.