Kleber Sánchez
Cerca al mediodía de ayer, centenares de pobladores de los distritos de Capazo (El Collao-Ilave) y Tarata (Tacna) incendiaron parte de las instalaciones del campamento del proyecto Vilavilani, ubicado en la frontera de las regiones de Puno y Tacna.
Los pobladores aimaras se trasladaron a Villachaullani para exigir la paralización de las obras de construcción del canal del mismo nombre. El proyecto supone trasvasar aguas de las zonas altoandinas de Tacna con fines agrícolas y consumo humano. Pero los comuneros creen que el agua será destinada a la minería.
Personal de seguridad del campamento del proyecto Vilavilani habría amenazado con reprimirlos. Los aimaras respondieron con la quema del campamento.
Además, esa acción habría sido una respuesta al incumplimiento del ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, quien en una reunión realizada en la localidad de Conduriri (provincia de Collao-Ilave), el 13 de julio, prometió suspender la ejecución de la obra por 45 días, lo que hasta ahora no cumplió.